Combates callejeros y disparos de artillería en feudo del EI en Libia

Las fuerzas del gobierno libio reconocido por la comunidad internacional libraban el viernes combates en Sirte y bombardeaban ese bastión del grupo Estado Islámico (EI) situado a 450 km al este de Trípoli.

La ciudad portuaria, en manos del EI desde junio de 2015, es el objetivo de una vasta ofensiva militar lanzada hace un mes para reconquistar una franja litoral de unos 200 kilómetros en el norte de Libia.

Las tropas leales al gobierno de unidad nacional atacaban con tanques, lanzacohetes y artillería pesada, al tiempo que luchaban en el centro de la ciudad, según un corresponsal de la AFP en el terreno.

"Era una guerra con aviones y artillería. Ahora se convierte en un combate callejero", dijo a la AFP un combatiente de las fuerzas progubernamentales, que se negó a identificarse. "Luchamos casa por casa y no daremos marcha atrás hasta eliminarlos", agregó.

Los enfrentamientos eran encarnizados en torno al centro de conferencias Uagadugú, indicó el corresponsal de la AFP, que vio decenas de vehículos todoterreno a lo largo de la ruta que une el oeste de la ciudad con ese complejo donde el EI instaló su comandancia.

Las fuerzas leales al gobierno de unión nacional habían indicado en Facebook que sus disparos con artillería pesada tenían como blanco posiciones de los yihadistas en el sector del centro Uagadugú.

Se desconoce el número exacto de combatientes del EI en Sirte, pero los servicios extranjeros estimaron hhace unas semanas que hay unos 5.000 en toda Libia.

Los guardias de las instalaciones petroleras, que también forman parte de la ofensiva contra el EI, lanzarán "en las próximas horas" otro ataque desde el este de Sirte, según su portavoz.

Un consejero de Barack Obama consideró "alentadores" los avances de las fuerzas del gobierno libio en Sirte. "La situación sigue siendo fluctuante. Pero nos alientan los progresos que han logrado", dijo el viernes Brett McGurk, enviado especial del presidente estadounidense ante la coalición internacional contra el grupo Estado Islámico.

Las tropas progubernamentales lograron entrar el miércoles en Sirte después de sitiar por completo la ciudad, incluso su frente marítimo, según responsables.

La pérdida de Sirte, ciudad natal de Muamar Gadafi, donde murió el 20 de octubre de 2011 a manos de una turbamulta, representaría un gran revés para el Estado Islámico, que también pierde terreno en Irak y Siria.

La localidad es su principal bastión en Libia, donde ha aprovechado el caos y la inseguridad para implantarse.

Pero incluso en caso de caída de Sirte, "el EI seguiría presente [en Libia] a través de grupos que actúan en el desierto o de ataques terroristas en Trípoli o Misrata", estima Mattia Toaldo, experto del grupo de reflexión Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

Un centenar de combatientes progubernamentales murieron desde el inicio de la ofensiva en la región de Sirte, indicó el jueves un responsable del hospital de Misrata.

Desde esta gran ciudad, situada a 150 kilómetros al oeste de Sirte, despegan la mayoría de aviones y helicópteros utilizados en la ofensiva. Y gran parte de las milicias que componen las fuerzas leales al gobierno de unidad también proceden de Misrata.

Otras unidades del ejército mantienen su lealtad al gobierno paralelo instalado en el este del país, que no reconoce la legitimidad del ejecutivo de unidad nacional.

El enviado de Naciones Unidas para Libia, Martin Kobler, dejó entrever que fuerzas especiales estadounidenses y francesas se encontraban en Libia para ayudar en la lucha contra los yihadistas. Esta presencia no ha sido confirmada oficialmente.

Los países europeos esperan que una estabilización política y en materia de seguridad en Libia permita limitar la llegada de migrantes, que zarpan desde las costas libias rumbo a Europa a través del Mediterráneo.

Según los guardacostas italianos, unos 2.000 migrantes fueron socorridos el jueves frente a las costas de Libia en varias operaciones de rescate.

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