Pese a sus críticas, cierre de Balcanes a migrantes sirve electoralmente a Merkel

La canciller alemana Angela Merkel critica públicamente el cierre "unilateral" de la ruta de los migrantes a través de los Balcanes, pero éste le conviene electoralmente, ya que su cuestionada política migratoria podría acarrearle un revés en los comicios regionales del domingo.

"El problema no se resuelve tomando una decisión unilateral", había dicho el jueves la canciller de Alemania, adonde han llegado un millón de inmigrantes en 2015.

"La decisión unilateral de Austria, y luego de los países de los Balcanes, hace que lleguen menos refugiados pero pone a Grecia en una situación muy difícil", agregó la canciller.

La ruta de los Balcanes, un corredor por el que pasan desde hace meses decenas de miles de migrantes que aspiran llegar a los países del norte de Europa, quedó cerrada el miércoles luego de que Eslovenia decidiera no dejar pasar a más refugiados por su territorio. Croacia y Serbia la imitaron, en tanto Macedonia tampoco permitía entrar a ningún migrante desde Grecia.

Los países de la Unión Europea UE no habían querido decretar oficialmente el lunes en Bruselas el cierre de esta ruta, en donde se ha creado un corredor "humanitario" por donde pasan desde hace varios meses los migrantes que buscan llegar al norte de Europa.

Las declaraciones de Merkel contradijeron las realizadas por el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, quien había saludado el miércoles la puesta en marcha de una "decisión común de los 28".

No obstante, el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel había estimado el domingo que, en los hechos, los países que cerraron la ruta de los Balcanes estaban haciendo "el trabajo sucio en lugar de Alemania" para limitar la llegada de migrantes.

Por su parte, el ministro del Interior alemán Thomas de Maiziere saludó abiertamente la reducción del número de migrantes, si bien decenas de miles de personas permanecen bloqueadas en Grecia.

"El número de refugiados que llegaron a Alemania es bajo (...) Estamos trabajando para que esto siga así", recalcó.

En este contexto, los Verdes (oposición) denuncian el "cinismo" del gobierno.

"Hay que decirlo con claridad: es cínico alegrarse de que haya menos refugiados" y criticar el cierre de la ruta de los Balcanes, declaró a la AFP Luise Amtsberg, portavoz de los Verdes.

Esta "contradicción" existe desde hace meses y Berlín está limitando gradualmente el derecho de asilo para ciertos países y mandando de vuelta a Austria a miles de migrantes, agregó.

El primer ministro esloveno, Miro Cerar, también destacó esta "una extraña contradicción entre lo que dice el gobierno y lo que ocurre en las fronteras. Berlín dice por un lado que las fronteras permanecen abiertas a los refugiados y por otro hay limitaciones para cruzar las fronteras alemanas desde hace tiempo", declaró a Die Welt.

Para Horst Seehofer, líder de los conservadores bávaros y primer detractor de la política migratoria de Merkel, Alemania es el "principal beneficiario" de la acción de los países de Europa del Este que cierran sus puertas.

Dirigentes de Austria, el país que provocó indirectamente el cierre de los Balcanes al anunciar la aplicación de cupos de acogida de migrantes, también ironizan al comentar la actitud de Alemania.

"Si alguien es partidario de acoger a los refugiados, como nuestra vecina Alemania, puede ir a encargarse de ellos directamente en los centros de acogida. Pero lo que no puede ser es que uno diga 'que vengan' y que el ministro del Interior diga 'Austria tiene que parar de dejar pasar'" a los refugiados, declaró el jefe de gobierno austríaco Werner Faymann.

No obstante, "la reducción del número de refugiados le alivia la carga antes de las elecciones regionales a la CDU", el partido de Merkel, estimó el diario Neue Osnabrücker Zeitung, dos días antes de los comicios del domingo en tres regiones.

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