El efecto Sánchez se evapora: crisis de liderazgo, proyecto y falta de unidad

  • González, Almunia, Solana y Rubalcaba critican la falta de un plan para logran de nuevo la confianza de los ciudadanos mientras el partido sigue roto.
Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

"El mayor peligro para la marca PSOE es hoy Pedro Sánchez". Así de rotundo se muestra José Manuel Lorente, sociólogo y experto en encuestas. "El electorado le está devorando. Ya cometió un error grave en Cataluña, donde nunca ha dado un paso sin el consentimiento de Iceta. Apoyó con dudas el 155 y dijo no a intervenir TV3. Ahora, va en contra de su electorado al no apoyar la prisión permanente revisable, un hecho que ha vuelto a partir a su partido, y se ha equivocado a la hora de valorar el avance de Cs porque siempre creyó que laminaría al PP cuando ahora el trasvase de votos del PSOE a la formación de Rivera es evidente. El PSOE necesita un manual de instrucciones e inteligencia en el liderazgo". La realidad parece certificar este demoledor análisis.

Un partido roto

El 'efecto Sánchez' se ha evaporado. En agosto de 2017, el primer sondeo electoral del CIS tras la reelección de Pedro Sánchez consolidaba al PSOE como segunda fuerza con un 24,9 % de los votos a sólo 4 del PP. Eso es historia. A día de hoy, el nuevo líder del PSOE no ha logrado transmitir un proyecto, unir al partido o ser un firme candidato a sustituir a Rajoy en la Moncloa. Cs le ha ganado por la mano. El PSOE se ha anclado en la tercera plaza en intención de voto. ZP ha defendido las convicciones de la formación respecto a la prisión permanente revisable, "pero en el partido tragan, pero no comparten". Rivera sí ha dado un giro a su posición. 

Las voces de alarma dentro del partido no cesan. Y hay motivos para ello. Javier Fernández, que pilotó la transición hasta el triunfo de Sánchez, no ve proyecto definido. Joaquín Almunia critica que no se puede ganar con las recetas del pasado y Solana clama porque el partido vuelva a unirse diciendo en voz alta "no estoy contento con mi partido y su gente tampoco".

Por si fuera poco, la Escuela de Buen Gobierno, un proyecto para escenificar la unidad del partido solo ha reflejado división. La indignación con Susana Díaz, ausente, es notable entre los fieles de Pedro. "Díaz ha roto la cultura que existía en el partido desde 1981", declaran sotto voce. No ha sido la única. Rubalcaba se ha cobrado el ninguneo a Elena Valenciano dejando claro que no cree en la unidad que pregona el nuevo líder. González ha preferido irse de viaje no sin antes decir que tiene un "sentimiento de orfandad en relación con un proyecto político de país que no responde al desafío de la desigualdad que apareja la globalización y la lucha entre el nacionalismo aislacionista". 

Falta de liderazgo y de proyecto de país

"El 'efecto Sánchez' se debió a un hilo dramático, emocional, el Quijote frente a la élite. Eso entusiasmó a la militancia, pero hizo mucho daño en el partido, que estuvo a punto de partirse en el camino. Una parte del PSOE no le perdona y solo espera que se estrelle, y más tras el cambio del reglamento interno, que ha convertido al PSOE en lo que nunca fue, un partido asambleario en el que Sánchez ha laminado a los mandos intermedios", razona Carlos Rico, Politólogo y profesor de Comillas ICAI-ICADE. 

Considera el experto que, para ser justos, es cierto que la socialdemocracia sufre una crisis global, que las reglas del juego han cambiado con la irrupción de Podemos y Cs, pero la desorientación ideológica de Pedro y la falta de un proyecto más allá de la simpleza y el populismo con el que accedió a la secretaría general no ha sido superado. Cree Rico que Sánchez ya ha dejado claro que carece de una base ideológica firme, y su imagen de"veleta y superficial" ha calado. "Ha pasado de la plurinacionalidad en Cataluña, a apostar por la democracia directa o atacar a las élites. Da la sensación de que se sube a la ola del momento, ahora tocan las jubilaciones". 

El PSOE carece, pues, de proyecto. Y no lo destacan solo los analistas. Ellos mismos lo reconocen. Lo ha hecho el secretario de Política Economía y Empleo del PSOE, Manuel Escudero, al destacar en las últimas 24 horas que "dentro de muy poco el PSOE tendrá un proyecto para España". ¿Y hasta hoy?.

El PSC, mal aliado

Hay un lastre aún mayor que los expertos observan. El PSC, al que ya califican de compañía 'tóxica'. Algunos viejos rockeros del PSOE llevan tiempo tocando esta canción, pero no acaba de llegar a hit. "El patriotismo constitucional no es rancio. Cs ha demostrado que se puede ganar con esa idea en Cataluña y afianzarse en el resto del país", destaca Rico. "Ha sido de una gran torpeza y le ha dejado esa bandera y el centro a Cs, que es un partido pequeño. Este país necesita un partido socialista que sea capaz de dar claves para gestionar el Estado", destaca Lorente, "pero para ello es vital un manual de instrucciones e inteligencia en el liderazgo".

No lo tiene. "O sale de los dogmas y su endogamia o lo tiene difícil. Los militantes siempre son más extremistas que los votantes y son tiempos para gente con entidad porque los retos son grandes. Este PSOE también ha dilapidado a una generación potente. La solvencia de lo que rodea a Sánchez es escasa. La gente ahora quiere respuestas", destaca Rico.

No parece que por el momento las tenga el PSOE, que cuenta con una baza. Sus más de cien años de historia y una implantación que ya quisiera para sí Cs. Las elecciones autonómicas y municipales pueden ser un espejismo ante el reto de las generales. Parece hora de que Sánchez encuentra su proyecto y revitalice un efecto que parece haberse quedado aislado en Ferraz.

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