(ampliación) zapatero desea “nuevos acuerdos” con el gobierno y defiende el papel del rey


El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero defendió este martes el acuerdo alcanzado entre el PSOE y el Gobierno de Mariano Rajoy sobre el próximo Consejo Europeo y expresó su deseo de que lleguen “nuevos acuerdos” en otras materias que España debe abordar con decisión para superar la crisis económica.
En una Conferencia en el Club Siglo XXI, Zapatero defendió el sistema democrático y el papel “integrador” del Rey, y reconoció que nunca pensó, durante su gestión, que el desempleo pudiera superar el 20%.
Cree que el acuerdo sobre el Consejo Europeo es “muy positivo” y apeló a su experiencia para asegurar que esos acercamientos “cuestan” pero también “cuentan, y mucho en Europa”, por lo que deseó que otros grupos se sumen.
“Ojalá vengan nuevos acuerdos”, aseguró, por ejemplo, para racionalizar las administraciones o evitar duplicidades, pero también para poder “reforzar” políticas de promoción de la educación, la investigación, la cultura o la atención a la dependencia. “No es una lista tan larga”, aseguró, “pero la necesitamos”.
Zapatero defendió su discreción como expresidente porque entiende que es “lo más útil para mi país”, pero dejó clara su lealtad “sincera, profunda, inamovible” a sus compañeros de partido.
Se mostró convencido de que España superará la crisis y recuperará “los logros sociales que nos estamos dejando por el camino en este tiempo”. Es cierto que hay cosas que “cambiar y mejorar” en la vida pública, pero aseguró que las movilizaciones y las protestas de los ciudadanos ni debilitan la democracia ni suponen el embrión de una alternativa a la misma.
Forman parte “de la fisiología, no de la patología” de la democracia misma, porque la democracia representativa y la llamada democracia ciudadana son “dos caras de la misma moneda” y ambas interactúan y enriquecen el proceso de deliberación en las instituciones.
En todo caso, sentenció, democracia es pluralismo y el pluralismo político lo articulan los partidos, por lo que “no hay democracia sin partidos”, aunque también sea cierto que la democracia ni empieza ni termina en los partidos, sino en los ciudadanos.
Defendió por ello el papel de los partidos para articular la voluntad de los ciudadanos y elogió en concreto la capacidad del PSOE para “salir al paso del futuro” y promover conversaciones intensas con los ciudadanos.
Es cierto que “se esperan cambios”, por ejemplo en la Constitución, reconoció, pero deben responder siempre “a un debate sosegado y constructivo”. “Descreo de las voces que se arrogan soluciones inequívocas” y siempre hay que tener en cuenta las consecuencias de los cambios e incluso “las consecuencias de las consecuencias”, sin que falte “determinación pero tampoco cautela”.
La participación de los ciudadanos y la estabilidad del sistema deben ser dos caras de la misma moneda, alertó, y el resultado nunca puede ser “debilitar” a los partidos políticos democráticos.
En ese punto, defendió también el papel del Rey y argumentó que los países democráticos “no huyen de la crítica incisiva al poder, pero tampoco vacilan en la defensa de quienes han desempeñado una tarea integradora”.
Expresó también su confianza en la Justicia y aseguró que el poder judicial “cumple con su mandato constitucional” y merece que la independencia, el respeto a sus propias reglas y su trabajo por los ciudadanos “sean respetados”.
Zapatero se mostró convencido de que depende de los actuales dirigentes europeos la supervivencia de Europa como proyecto político, sin otro horizonte posible que la unidad política. “Tiene que haber mucha lucidez y determinación histórica en varias capitales europeas”, advirtió, para que eso sea posible.
El ex presidente dedicó una parte de su conferencia a analizar el desempleo como el problema que más atormenta a un mandatario, una vez desaparecida la violencia terrorista, y reconoció que libró la batalla pero “no la gané”, por lo que desea que a Rajoy “le vaya mejor, para que le vaya mejor al país”.
Reconoció que nunca pensó que el desempleo llegara a superar el 20% pero se mostró convencido de que sus políticas, por ejemplo el aumento de la protección por desempleo, de las becas o la atención a la dependencia supuso “una transferencia de rentas” que ha permitido a los más vulnerables afrontar la crisis de forma “menos insoportable”.
Escuchando a Zapatero estaban algunos de sus exministros, como Elena Salgado, Jordi Sevilla, Miguel Sebastián, Manuel Chaves, Ángeles González Sinde, y también actuales dirigentes del PSOE como la vicesecretaria general, Elena Valenciano.
El encargado de presentarle fue el exministro del PP Eduardo Zaplana, que destacó su “talante abierto y democrático” y su convicción de que siempre pensó “en lo mejor para su país, como cuando en un momento muy delicado antepuso los intereses de España a cualquier otra consideración”.
“Es una gran persona”, dijo Zaplana, y después Zapatero agradeció sus palabras aunque precisó con una sonrisa que no había estado “tan enfático” como hace unas semanas presentando a José María Aznar, “pero creo que puedo llegar a entenderlo”.

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