Por la crisis del sector turístico

Cataluña estima que el PIB regional caerá "más de un 10%" este año

El vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, pronostica que la temporada turística estival supondrá un "impacto duro" para la economía catalana. 

El vicepresidente y conseller de Eeconomía, Pere Aragonés durante la reunión de gobierno semanal que se celebra este martes en la Generalitat.
Cataluña estima que el PIB regional caerá "más de un 10%" este año.
EFE

El vicepresidente del Govern y conseller catalán de Economía, Pere Aragonès, estima que el PIB catalán caerá este año "a dos dígitos", esto es, "más de un 10%", debido a la crisis de la Covid-19, que ha provocado un escenario económico "más complicado" de lo esperado en un principio.

En declaraciones a Efe, Aragonès ha asumido que las previsiones económicas que el Govern hizo en abril, cuando auguró que la economía catalana podría retroceder este año entre un 7,6 y un 8,8% del PIB, "probablemente se han quedado cortas", porque incluso ha quedado superado el escenario "más pesimista".

Por ello, ha explicado que el Govern "está trabajando en unas nuevas previsiones" económicas a partir de los datos de actividad de los últimos meses.

Aunque Aragonès quiere esperar a conocer esos datos, asume que el PIB catalán sufrirá este año "una caída de dos dígitos, que será de más del 10%", ha reiterado. Y es que el vicepresidente del Govern pronostica que la temporada turística estival supondrá un "impacto duro" para la economía catalana, ya que aunque el turismo doméstico - el catalán y del resto de España- ha funcionado bien "en muchos destinos, donde se ha colgado el cartel de completo", el internacional, el que mayor gasto aporta, ha sido "casi nulo".

Por ello reclama al Gobierno español "un anuncio" en el sentido de que alargará los ERTE por fuerza mayor en el sector turístico "hasta el inicio de la próxima temporada turística", es decir, hasta el 1 abril de 2021. Preguntado por si la economía catalana podría soportar un segundo confinamiento total, ha asegurado que "hay que evitarlo, porque los daños serían muy grandes", tanto desde la óptica económica como desde la social, argumenta.

"Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para evitarlo", ha remarcado Aragonès.

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