CEOE quiere un pacto del PSOE con PP y Cs para hacer frente a la desaceleración

  • Los empresarios ya miran a las alianzas postelectorales y piden a Casado y Rivera garantizar un Gobierno estable para encarar los retos económicos.
Antonio Garamendi, CEOE
Antonio Garamendi, CEOE
EFE

La CEOE ya tiene la vista puesta en el 10 de noviembre y en las alianzas que puedan surgir tras las segundas elecciones. Con el 10 de noviembre ya en marcha, los empresarios creen que lo mejor para esa estabilidad política y económica que buscan pasa por la nueva cita con las urnas que arroje un Gobierno estable. No quieren en ese Ejecutivo a Unidas Podemos y por eso ya han depositado su mirada en PP y Ciudadanos. Para los poderes económicos Pablo Casado y Albert Rivera deberían tomar un protagonismo activo para hacer frente a los retos económicos que se avecinan.

Los empresarios tienen claro que un Gobierno 'in extremis' no habría sido lo más apropiado para sus intereses. Por eso, las horas previas al Comité Ejecutivo y Junta Directiva que se celebran este miércoles en la sede de la patronal en la madrileña calle de Diego de León han estado marcadas por todo tipo de comentarios sobre la situación política. "Con las negociaciones rotas lo mejor serían unas segundas elecciones", apuntaban fuentes internas desde el inicio de la semana. Este planteamiento ya lo hizo su presidente, Antonio Garamendi, el pasado mes de julio, cuando apostó abiertamente por una repetición de los comicios en vista del bloqueo.

¿Y después de las elecciones, qué? El poder empresarial no oculta que ante la nueva cita con las urnas ya confirmada la presión debe recaer sobre el PP y Ciudadanos para que protagonicen la llamada "investidura patriótica". Ellos deberían ser la llave para garantizar un pacto con el PSOE que aporte estabilidad a la economía. Se avecinan tiempos difíciles y quieren una legislatura con un Gobierno sólido.

Con Pablo Casado y su equipo las relaciones de los empresarios son especialmente intensas. Hay contactos frecuentes e, incluso, según apuntan fuentes de la patronal, dirigentes del PP ya han verbalizado en alguna ocasión la posibilidad de esa "abstención patriótica" por parte de los 66 diputados populares (a día de hoy). Oficialmente la cúpula de Génova ha cerrado la puerta a esta posibilidad, pero en privado sus dirigentes comentan que la futura repetición electoral complicará su actual "no es no" a Sánchez e implicará una revisión de su estrategia. 

Situación distinta es la que se da con Cs. La formación 'naranja' fue el objetivo de las presiones de las grandes empresas del Ibex en el momento en el que Rivera se enrocó en el 'no es no' a Sánchez. El Ibex le pidió "sentido de Estado" y apeló a una "abstención patriótica", a lo que el presidente de Cs contestó con un duro discurso en el que instó a las empresas a presentarse a las elecciones con su propio partido si querían que gobernara Sánchez. Aquel pronunciamiento supuso la ruptura total con el poder empresarial y el alejamiento se ha mantenido hasta hoy, según fuentes del sector, que aseguran que la relación con Albert Rivera y los suyos es completamente nula.

No obstante, la opinión generalizada en el seno de la CEOE es que la repetición de las elecciones acercará posturas entre el PSOE y Cs y ven factible que ambas formaciones puedan alcanzar acuerdos después del 10-N que resulten beneficiosos para la economía, más en un momento en el que España ya ha entrado en clara fase de desaceleración. Un destacado grupo de empresarios apuesta, en definitiva, por un Gobierno del PSOE apoyado por Cs en el que los de Rivera pongan pie en pared ante las subidas de impuestos o los cambios en el marco de las relaciones laborales que pretende ejecutar Sánchez.

Los 'bandazos' de Garamendi

Mientras, Garamendi somete este miércoles a los principales órganos de dirección de la CEOE a la primera fase de la reestructuración de la cúpula de la organización que pretende abordar durante su mandato. En el orden del día figuran varios nombramientos y se da por descontada la incorporación como vicepresidente de Lorenzo Amor, tras rubricar la integración de la organización de autónomos que preside, ATA. Sobrevuela el 'fichaje' de Fátima Báñez, la exministra de Empleo de Mariano Rajoy, cuyo aterrizaje en la patronal ha generado tal oposición que ha obligado a Garamendi a replantearse su papel dentro de la CEOE.

Pero no solo eso, muchos de los que hoy se dan cita en Diego de León tienen otros motivos para acudir con cierto "cabreo". Fuentes de la confederación se refieren en esos términos a la sensación que han generado entre los empresarios los "bandazos" que ha ido dando Garamendi respecto a la resolución de la investidura de Sánchez. Hay que recordar que desde las elecciones generales del 28-A el presidente de la CEOE ha cambiado de postura en varias ocasiones en declaraciones públicas y ha pasado de apostar por un Gobierno en solitario del PSOE –"monocolor", dijo– a posicionarse a favor de la repetición electoral. También habló de un acuerdo 'a la portuguesa', aunque llegó a abrirse a trabajar con un Ejecutivo en el que estuviera presente Unidas Podemos.

Cambios de opinión, en definitiva, que no han sentado nada bien en una patronal que reclama un posicionamiento conjunto y unánime. "Esperamos que hoy se consensúe una postura tanto en el Comité Ejecutivo como en la Junta Directiva", comenta el responsable de una importante organización sectorial. Otro miembro de la CEOE insiste en que su prioridad pasa por que ese posicionamiento único se materialice en una apuesta por un Gobierno del PSOE apoyado por Ciudadanos y con un programa que relance la economía ante los retos que se avecinan: el Brexit, las guerras comerciales o el frenazo de las economías europeas, solo por mencionar algunos. Sánchez llegó a hablar ayer de un "momento crítico".

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