La ciudad de León amanece hoy 'amurallada' para combatir el crecimiento del coronavirus. Sus 125.000 habitantes viven ya bajo el yugo de Salvador Illa, cuyo Ministerio de Sanidad ha marcado las líneas rojas de incidencia de la Covid para proceder al 'confinamiento' blando en aquellas ciudades de más de 100.000 habitantes -más de 500 casos durante los últimos 14 días, una positividad de pruebas PCR que supere el 10% y una ocupación media de las UCI hospitalarias superior al 35%-.
León está 'tocada'; su sociedad y su economía. Todo ello en el marco de una histórica villa con una población envejecida que presenta una media de edad que bordea los 50 años, circunstancia que ayuda a poner en mayor riesgo a una parte de los ciudadanos de esta capital castellana y leonesa. En el 'lote de confinados' entran también Palencia y San Andrés de Rabanedo, que también muestran índices preocupantes en la evolución de la enfermedad.
"Tenemos 43 camas UCI de las cuales una parte no son tales", dice a La Información el alcalde de León, José Antonio Díez Díaz. "Tenemos una población muy envejecida, tanto en la ciudad como en la provincia. Y tenemos una tremenda falta de medios debido a la deficiente apuesta e inversión realizada históricamente por la Comunidad Autónoma de Castilla y León", sentencia Díez al tiempo que critica abiertamente la gestión del Partido Popular en la región en las últimas décadas. "Ahora nos encontramos con una pandemia y vemos las carencias existentes".
La ciudad de León, pese a los esfuerzos realizados para conseguir doblegar la curva de infectados, sigue presentando una tasa de poco más de 510 casos por 100.000 habitantes, mientras que la ciudad palentina sitúa su índice en 536 casos. Ambas, en el límite de lo articulado por el Gobierno de España en su reunión con las comunidades autónomas.
León no ha cuantificado aún el coste de las limitaciones impuestas en su territorio, aunque José Antonio Díez, socialista y cabeza visible del movimiento que promueve desde hace meses separar León de Castilla, es consciente del zarpazo socioeconómico que conlleva la restricción. "León es sobre todo sector servicios, hostelería, alojamientos... Las nuevas medidas van a afectar de forma muy importante al desarrollo de un sector que ya se ha visto penalizado con reducciones de horarios de apertura, de ocupación...", dice el primer edil leonés, que lanza de inmediato un SOS a la administración central al tiempo que asegura cómo echa en falta un mayor respaldo autonómico.
"Las medidas que se han impuesto después del Consejo Interterritorial de Salud no nos gustan a nadie, pero tenemos que apoyar la decisión para proteger a todos los ciudadanos. No sería serio rechazar los planes para contener la propagación de la enfermedad", precisa Díez, cerrando así filas con la posición marcada por Salvador Illa en el Ministerio de Sanidad, que ha levantado ampollas, por ejemplo, en la Comunidad Autónoma de Madrid presidida por la popular Isabel Díaz Ayuso. De hecho, las restricciones a la movilidad y a la actividad se han convertido en la piedra angular del enfrentamiento entre la Puerta del Sol y La Moncloa.
"No es momento de hablar sobre cómo se ha llevado la gestión de la pandemia en León y en Castilla; aunque quiero entender que se hace desde la base de la máxima ecuanimidad", sentencia José Antonio Díez.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios