El empeoramiento de la salud física es lo que más inquieta a los españoles desde que estalló la pandemia de coronavirus. Incluso más que la mala situación económica que provocaron las restricciones y el confinamiento domiciliario. Así lo refleja el último barómetro del CIS, que ha analizado cómo vive la ciudadanía la presencia del virus más de ocho meses después de que se registrara el primer caso en el país. Y que muestra que hasta un 29% manifiesta su temor a perder parte del bienestar del que disfrutaban antes de la crisis sanitaria. Mientras que un 21,2% señala que su principal preocupación es el efecto que está provocando esta situación sobre la actividad económica y el empleo.
La otra gran preocupación que recoge el CIS tiene que ver con el bienestar emocional, ya que las medidas para luchar contra el virus han provocado que se conozcan numerosos casos de ansiedad o depresión entre la población. Hasta un 17,5% admite que está intranquilo por los efectos que puede tener la crisis sobre su salud mental. Esto va acompañado de otra cuestión por la que los encuestados señalan su zozobra, que es la suspensión de los contactos y relaciones con familiares o amigos. Y que está dentro de las posibles consecuencias del paso del virus por las que pregunta el instituto público. Hasta un 78,4% asegura que esto es un problema para ellos. Algo que ya les está afectando la imposibilidad de ver habitualmente a quienes consideran más cercanos.
Siguiendo con esas consecuencias, el riesgo de enfermar en medio de la pandemia no está a la cabeza de las inquietudes, ya que preocupa al 57,5%. El motivo de que no destaque como el mayor problema es que hay otra situación por la que admiten su mayor inquietud, relacionada con la nueva normalidad. Ver las calles y comercios casi vacíos o sin clientes en general es algo que un 83,2% señala como un factor que influye en su intranquilidad. A esto le sigue el miedo por la posibilidad de perder el empleo o de que le ocurra a un familiar, que afecta a un 63,9%. Una circunstancia que ya han experimentado hasta un 37,8%, señala el barómetro. Yendo a un asunto más general que abarca todo lo anterior, hasta un 78% de sondeados manifiesta sus temores a los que pueda ocurrir en el futuro.
En los aspectos relacionados con la economía y la rutina social, la posible imposibilidad de recuperar la vida previa al coronavirus preocupa al 59,5% de los encuestados por el CIS. Esto afecta a los planes vitales de los ciudadanos, ya que un 51,9% asume que hay menos opciones de emprender proyectos vitales, como emanciparse, abrir un negocio o viajar. Lo que se suma a que hay un 38,8% de españoles que advierte de que no tiene claro que vaya a poder afrontar sus gastos habituales, como el pago de las hipotecas, alquileres o los suministros básicos.
Sobre los efectos de la evolución del virus, con las dos oleadas de contagios, hospitalizaciones y fallecidos vividas en apenas ocho meses, los sondeados creen que han afectado por igual a toda la población. Así lo asegura hasta un 79,3% de ciudadanos, que creen que la crisis sanitaria ha impactado a la salud emocional de todo tipo de personas y no solo a quienes han sufrido la enfermedad directamente. Una problemática que explica otra de las respuestas del barómetro, por la que una inmensa mayoría admite estar preocupado por lo que está pasando en el país a causa de la pandemia. En lo que respecta al confinamiento que duró casi tres meses, más del 87% reconoce que lo pasó con otras personas, frente al 12,1% que lo vivió en soledad. Pero en ambos casos no hubo ayuda exterior, ya que más del 83% explica que nadie les respaldó en actividades para hacer la compra o acompañarles de alguna manera en esa etapa.
Empeora la opinión sobre el Gobierno
La gestión del coronavirus realizada por las distintas administraciones y la labor del personal esencial ha provocado que la opinión de la ciudadanía sobre todos ellos haya cambiado. El que peor parado sale es el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, al que un 60% tiene en peor consideración ahora en comparación con la valoración que habrían ofrecido antes del virus. En la misma línea negativa están los ejecutivos autonómicos y los medios de comunicación, que son cuestionados por más del 47%.
Quienes sí están mejor considerados por los encuestados son, en primer lugar, las ONG, a las que un 60% respalda ahora más que antes. A estas les siguen las diferentes fuerzas de seguridad, ya sean locales o nacionales, además del personal docente. Lo llamativo está en las opiniones sobre el sistema de salud y su personal. La valoración de médicos, enfermeros o servicios de limpieza ha mejorado para un 49,4. Pero, a la vez, ha empeorado para el 34,1%.
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