La dirección de Ciudadanos abrirá un expediente disciplinario al presidente de la Asamblea de Murcia, Alberto Castillo, después de que ayer se abstuviera en una votación sobre la reorganización del grupo parlamentario que dio la presidencia de este a uno de los tránsfugas naranjas. Así lo han confirmado a Efe fuentes del partido, que inicia un procedimiento disciplinario contra Castillo que podría ser calificada de una infracción muy grave y, por tanto, acabar con su expulsión de Cs.
La abstención del presidente de la Asamblea tuvo como efecto inmediato el que a partir de ahora el Gobierno murciano dispondrá de mayoría absoluta en todos los órganos de la cámara autonómica, una vez que los tres consejeros y diputados tránsfugas de Cs hayan tomado el control del grupo parlamentario. Ayer, el consejero de Empleo, Universidades e Innovación de la Región de Murcia, Francisco Álvarez, dimitió para convertirse en portavoz del grupo naranja -apartando del cargo a Juan José Molina-, y gracias también a Castillo, que con su abstención permitió esta maniobra de los tres tránsfugas de Cs, que ya habían hecho fracasar la moción de censura contra el PP planteada el pasado mes de marzo por Ciudadanos, su socio de Gobierno, y el PSOE.
El portavoz nacional del partido, Edmundo Bal, ha apelado este jueves a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas, que suscribieron el Pacto Antitransfuguismo, para impedir que los tránsfugas controlen el grupo parlamentario, recordando el compromiso que tuvieron todas cuando Teresa Rodríguez, en el Parlamento andaluz, intentó apropiarse del grupo de Podemos.
Ciudadanos se encuentra en Murcia totalmente dividido. De los seis diputados regionales que consiguieron escaño en las elecciones de 2019, cuatro de ellos no votaron a favor de la moción propuesta por su compañera Ana Martínez Vidal (Cs) hace unas semanas.
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