Cumbre de Nueva York pedirá audacia, pero se teme que todo quede en palabras

  • La cumbre sobre cambio climático del día 23 en la sede de Naciones Unidas pretende arrancar medidas audaces a los líderes mundiales en esferas como la financiación y las energías renovables, pero se teme que el problema global quede eclipsado y todo quede en palabras.

Madrid, 20 sep.- La cumbre sobre cambio climático del día 23 en la sede de Naciones Unidas pretende arrancar medidas audaces a los líderes mundiales en esferas como la financiación y las energías renovables, pero se teme que el problema global quede eclipsado y todo quede en palabras.

La cita, a la que asistirán más de 120 presidentes y jefes de Estado, entre ellos los Reyes de España y los ministros de agricultura Isabel García Tejerina y de asuntos exteriores José Manuel García Margallo, no es parte de las negociaciones de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP), y en ella no se llevará a cabo ninguna negociación.

La ONU espera que, fomentando la voluntad política y movilizando la acción, se genere una dinámica que conduzca al éxito de las negociaciones.

En 2015, a más tardar, debe estar listo el acuerdo heredero del Protocolo de Kioto para la rebaja de gases contaminantes, adoptado en 1997.

En palabras de su secretario general, Ban Ki-moon, la cita neoyorquina será un "momento definitorio real", de lo que dudan grupos ecologistas y organizaciones sociales, que han convocado para mañana la multitudinaria Marcha Climática de los Pueblos.

Tendrá lugar en Nueva York, Londres, París, Berlín, Nueva Delhi, Melburne, Estambul, Lagos, Johannesburgo y Río de Janeiro, entre otras.

En la Gran Manzana, donde también se persigue allanar el camino hacia las dos próximas cumbres sobre cambio climático de Lima (final de año) y París (2015), se presentarán cuatro recomendaciones: definir un marco para "poner precio" a las emisiones de carbono; buscar instrumentos financieros innovadores; acabar con la ambigüedad política en el logro de un crecimiento económico verde y definir iniciativas comunes para reducir las emisiones de carbono.

La Organización Meteorológica Mundial advirtió hace unos días que los niveles de gases de efecto invernadero alcanzaron un nivel sin precedentes en 2013, debido al aumento de las concentraciones de dióxido de carbono al ritmo más acelerado del que se tiene registro.

Sin embargo, las crisis en Siria e Iraq, Ucrania, Gaza y en varios países africanos dominaron el pasado día 16 el tono en la apertura del 69 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

Todos estos conflictos amenazan con arrinconar dos de las que eran a priori grandes prioridades para el nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General: el cambio climático y la negociación de la nueva agenda global de desarrollo.

La Declaración de Nueva York sobre Cambio Climático, firmada por colectivos y organizaciones de todo el mundo, pide compromisos inmediatos para que el aumento de la temperatura no supere 1,5 grados; no extraer más del 80 % de las reservas de combustibles fósiles; frenar la carrera por el petróleo y potenciar las energías renovables, y fomentar un consumo y una agricultura locales.

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