Debate nación. Ciu propone pactos por el empleo, el crédito y la deuda y elecciones en otoño

El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, propuso hoy tres pactos de Estado para promover el empleo, el crédito financiero y la estabilidad de las finanzas públicas con los cuales se pondría fin a la legislatura, y convocar elecciones generales en otoño.
Éste fue el hilo vertebrador de su discurso en el Debate sobre el Estado de la Nación, que, tras recordar a los soldados españoles muertos en Afganistán, acometió acusando al Gobierno de haber cometido demasiados “errores” y “negligencias” que “comportarán costes futuros”, y al PSOE y al PP por igual de haber pensado más en las “próximas elecciones” que en las próximas generaciones.
También hizo una referencia preliminar al quebrantamiento de la diversidad y la cohesión territorial de España provocada, según su interpretación, por la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Culpó al PP de encender la mecha y al TC de dictar una sentencia con “más intención de humillar política e históricamente a Cataluña que de impartir justicia y viabilizar un proyecto común”.
Además, pidió al PSOE y al PP que renueven el TC, les reprochó haber rechazado una propuesta de Ciu para acortar los plazos de renovación y reclamó al Gobierno que retome las gestiones para hacer oficial al catalán en la UE aprovechando la adhesión de Croacia.
Centrándose en la situación económica, lamentó las expectativas de crecimiento y empleo (“una sociedad con un 20% de paro es una sociedad enferma”, aseguró), la desconfianza exterior; la falta de crédito financiero, respecto al que dijo no creerse que no haya demanda solvente; la ineficacia de la Administración, la escasa internacionalización de las empresas y el fraude fiscal.
“Esta legislaura está agotada”, afirmó el líder nacionalista, quien desaconsejó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, agotar la legislatura, avisándole además de que CiU “no le va a aprobar los presupuestos”. En su lugar, le sugirió pactar tres temas y convocar elecciones en otoño, aun confesando miedo a su resultado, más aún si hay una mayoría absoluta, se entiende, del PP.
TRES PACTOS
El primer pacto sería el del empleo, incluyendo las políticas activas y la negociación colectiva; de ambos temas dijo que las reformas han llegado tarde pero se mostró dispuesto a pactarlas, porque el mercado las valoraría bien si, además, hay un acuerdo entre los dos partidos con posibilidades de gobernar en España.
Dentro de dicho pacto, sugirió medidas para que las empresas pierdan el miedo a contratar, que los salarios se vinculen a la productividad y no sólo a la inflación, estimular el autoempleo, el empleo a tiempo parcial y el teletrabajo y promover la flexibilidad para el ajuste de plantillas en coyunturas desfavorables.
El segundo pacto, destinado a mejorar la liquidez y el crédito financiero que no la logrado cubrir el ICO, incluiría medidas como la rebaja del coeficiente de solvencia a las entidades financieras, que se niegan a conceder préstamos para mantenerlo; otorgar estatuto bancario por un período limitado a los institutos autonómicos que lo soliciten y reconocer documentalmente a los acreedores de las Adminstraciones.
Por último, respecto a la estabilidad presupuestaria, Duran aclaró que sólo el 18% corresponde a las comunidades. Este dato le valió para reivindicar el plan de ajuste de la Generalitat, asegurar que Cataluña “va a cumplir con sus compromisos” y exigir al Estado que cumpla a su vez con el Fondo de Competitividad y las previsiones del Estatuto. A medio plazo, dejó entrever que CiU exigirá una revisión del Pacto Fiscal.
Más brevemente, Duran defendió implantar el sistema electoral alemán y acabar con la circunscripción única europea, abordar un pacto sanitario y otro educativo, instalar consejos de justicia autonómicos y acometer una lucha contra la economía sumergida.
También reprochó al Gobierno haber reabierto heridas históricas, defendió la economía de mercado y reivindicó la democracia parlamentaria como la única posible frente a los manifestantes del movimiento 15-M.