Dos tecnócratas al frente de Italia y Grecia para restaurar la confianza

  • La llegada del ex comisario europeo Mario Monti y el ex vicepresidente del Banco Central Europeo Lukás Papadimos al poder en Italia y Grecia, ha planteado de nuevo la cuestión de qué es necesario para generar confianza en los mercados y si la dureza de la crisis está dañando la legitimidad democrática.

María Ruiz

Bruselas, 14 nov.- La llegada del ex comisario europeo Mario Monti y el ex vicepresidente del Banco Central Europeo Lukás Papadimos al poder en Italia y Grecia, ha planteado de nuevo la cuestión de qué es necesario para generar confianza en los mercados y si la dureza de la crisis está dañando la legitimidad democrática.

Monti y Papadimos liderarán sendos gobiernos de transición tras las caídas de Silvio Berlusconi y Yorgos Papandréu, abrasados por la crisis de la deuda soberana, pero que tan solo son las últimas víctimas de una depresión económica que se ha llevado ya por delante a varios gobiernos comunitarios.

El nombramiento de ambos políticos, con un claro perfil de tecnócratas y estrechamente vinculados a las instituciones comunitarias, no es casual, según los analistas, sino que responde a la clara necesidad de restaurar la confianza entre los propios socios europeos y de cara a los mercados.

La Comisión Europea niega haber ejercido presión en los nombramientos, pero celebra que ambos países estén dando forma a "gobiernos de unidad nacional", ya que ésta es la única vía para sacar adelante las "duras, pero necesarias" medidas de ajuste que la UE exige a cambio de su apoyo, según dijo hoy su portavoz, Pia Ahrenkilde.

"Los gobiernos de unidad nacional son necesarios porque son los únicos que tiene la legitimidad suficiente para presionar en favor de las duras medidas que están en la agenda", coincidió Marco Incerti, un analista del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS, con sede en Bruselas).

Según Incerti, ni Papandréu ni Berlusconi podían ya lograr el apoyo político necesario para sacar los ajustes adelante, "por eso se necesitan tecnócratas".

"El hecho de que Monti o Papadimos sean cercanos al círculo de la UE no es ni una sorpresa ni una coincidencia", asegura y recuerda que ambos tienen un gran talento, pero además son "interlocutores creíbles" tanto para los demás socios europeos como para los inversores del norte de Europa, que ya no tienen tan claro si pueden confiar en sus vecinos del sur.

Para Incerti, "la elección de estas personalidades es en sí misma parte de las medidas, junto con las reformas que tienen que llevar a cabo".

Los analistas de Barclays están de acuerdo en que "un gobierno tecnócrata tendrá más oportunidades de éxito para la aprobación parlamentaria de medidas estructurales"; aún así, aseguran, será difícil para países como Italia recuperar por completo la confianza en los mercados.

"La reforma de la política italiana es una condición necesaria para estabilizar los mercados de deuda a tipos de interés sostenibles", recalcan en un comentario emitido hoy..

Desde el Ejecutivo comunitario, el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj, subrayó hoy a Efe que "la estabilidad política es un valor importante", pero recalcó que las soluciones en Italia y Grecia son un "parche temporal" y, en cualquier caso, no son una "garantía de estabilidad permanente".

Asimismo, incidió en que "no se puede poner a ambos países en el mismo saco" ya que Grecia está bajo un programa de rescate y tiene una base económica mucho más débil que Italia y también discrepó en definir a Monti y Papadimos como "tecnócratas", cuando ambos, sobre todo el primero, tienen también un claro perfil político.

Las caídas de Berlusconi y Papandréu se suman a las de Gordon Brown en el Reino Unido; Brian Cowen en Irlanda; José Sócrates en Portugal y a la convocatoria adelantadas de elecciones en España y Eslovaquia, todas ellas relacionadas de alguna forma con la crisis económica.

La crisis de la deuda ha hecho tambalearse también a los gobiernos del eje franco-alemán.

La canciller alemana, Angela Merkel, ya salió mermada en varias elecciones regionales en su país durante el último año, y afronta los comicios de 2013 con sondeos poco halagüeños que atribuyen un escaso 35 % de intención de voto a la coalición gubernamental actual de centro-derecha frente al 47 % que obtendría una hipotética alianza de los socialdemócratas del SPD y Los Verdes.

En Francia, también empiezan a soplar los vientos del cambio, sobre todo después de la histórica mayoría absoluta conseguida por la izquierda francesa en el Senado, algo nunca visto desde la fundación de la V República en 1958.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, tendrá que medirse en las próximas elecciones con el recién elegido candidato socialista François Hollande, pero las encuestas ya revelan que seis de cada diez franceses creen que el actual presidente perderá en una eventual segunda vuelta en las elecciones de 2012.

Las impopulares medidas de ajuste, la presión de la oposición y las protestas ciudadanas, lideradas por el Movimiento 15-M, obligaron a España a convocar elecciones anticipadas para el próximo domingo, en las que se perfila como ganador el Partido Popular.

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