Dos de los doce vocales del Consejo General del Poder Judicial que ayer avalaron a Dolores Delgado como fiscal general del Estado han suscrito un voto concurrente en el que alertan de que el nombramiento de la exministra hace que la Justicia pierda credibilidad ante los ciudadanos. Firman el escrito Rafael Fernández Valverde y Ángeles Carmona, vocales propuestos en su día por el PP y que ayer se desmarcaron del bloque conservador junto al presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, para dar luz verde a la candidatura de Delgado.
Lo hicieron, explican, porque no existe duda de que reúne los requisitos exigidos por la ley para ser fiscal general y porque, a su juicio, corresponde al Congreso valorar sus méritos y su idoneidad, cuando comparezca en la Comisión de Justicia. Pero, añaden, la Constitución establece que el Ministerio Fiscal debe velar por la independencia de los tribunales y "difícilmente" podrá cumplir ese cometido, "al menos desde la perspectiva de la apariencia", un candidato que pasa directamente a la Fiscalía desde otros poderes del Estado, donde ha tenido "funciones políticas, ejecutivas y parlamentarias".
"Tal inmediato cambio de funciones -advierten- en modo alguno contribuye al mantenimiento de una apariencia de independencia del Poder judicial -por la que el CGPJ debe velar-, ni a la creación de un clima de imparcialidad de los Tribunales", por lo que puede provocar una pérdida de confianza en ellos por parte de los ciudadanos "desde perspectivas jurídicas, sociales e, incluso, internacionales".
No dicen que Delgado no pueda actuar de conformidad con los principios de independencia e imparcialidad, pero, alertan, "la apariencia que la propuesta genera y la pérdida de confianza y de credibilidad social en el Poder Judicial resultan evidentes".
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