El error

  • Hay errores y errores. Y hasta el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, perseguido desde hace días por los periodistas, lo ha reconocido hoy en el Congreso, consciente de que tamaña equivocación, cometida con la infanta Cristina, tiene más trascendencia porque afecta a la imagen de la Casa del Rey.

Enrique Rodríguez de la Rubia

Madrid, 19 jun.- Hay errores y errores. Y hasta el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, perseguido desde hace días por los periodistas, lo ha reconocido hoy en el Congreso, consciente de que tamaña equivocación, cometida con la infanta Cristina, tiene más trascendencia porque afecta a la imagen de la Casa del Rey.

La tesis del error administrativo y no intencionado la ha repetido el titular de Hacienda una y otra vez como un "mantra", a falta del resultado de la investigación oficial que ha ordenado en la Agencia Tributaria y que, en teoría, debería arrojar luz sobre este extraño episodio.

"No vean fantasmas volando", ha insistido Montoro, que no aprecia ni tramas ni conspiraciones, a pesar de que a día de hoy reconoce que no está en condiciones de dar una explicación definitiva a la "real errata" por la que se atribuyó la venta de una decena de fincas a la segunda hija del Rey.

Sí ha avanzado una posibilidad sobre el origen del fallo, derivado de la numeración del DNI de la infanta Cristina, el número 14.

A Montoro, habitualmente relajado en sus comparecencias ante la prensa, se le veía hoy más tenso de lo normal, pese a que ha dejado claro que el fallo no tendrá consecuencias en la instrucción judicial del caso Nóos.

"Lamentable" y "desgraciado" error, ha reiterado por enésima vez ante las preguntas insistentes de los informadores que, al igual que diputados de todos los colores, se preguntan sorprendidos cómo es posible cometer un fallo de ese calibre con la infanta como protagonista.

Tal era el interés por escuchar a Montoro que hasta varios diputados 'populares' se han mezclado con los periodistas para oír los argumentos del ministro, a quien PSOE e IU han pedido que comparezca oficialmente en el Congreso, con luz y taquígrafos.

La espectación que se ha vivido hoy fuera de hemiciclo ha contrastado con la "calma chicha" en el duelo semanal entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de "luna de miel" europea.

Hoy no ha habido jaleo en las bancadas de ambos partidos cuando Rubalcaba, dando un respiro a Rajoy a una semana de que se formalice en la Cámara su pacto sobre el Consejo Europeo, ha preguntado al presidente por su política en I+D+i.

"No desprecie a los científicos", ha dicho Rubalcaba al jefe del Ejecutivo, en lo que ha sido la crítica más dura del líder del PSOE, que lleva ya varias semanas evitando el enfrentamiento y dejando en manos de su número dos los reproches más agrios a la gestión del Gobierno.

Las interrupciones y protestas en el hemiciclo no han llegado hasta el "cara a cara" entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez.

La socialista ha aprovechado una pregunta sobre la reducción de las becas universitarias para sacar a planear la sombra de Bárcenas, echando en cara a los dirigentes del PP el cobro de 22 millones de euros en supuestos "sobresueldos".

Con esta alusión le ha puesto fácil la respuesta a Soraya Sáenz de Santamaría: "Acaba de demostrar de forma palmaria lo que le importan" las becas y el sector educativo", le ha reprochado.

Para defender la política del Ejecutivo, la vicepresidenta ha citado al propio Rubalcaba, cuando siendo ministro del ramo dijo que no sólo con recursos se arregla la Educación, momento en que el presidente del Congreso, Jesús Posada, ha tenido que rogar silencio ante los abucheos que llegaban desde los escaños socialistas.

Jesús Posada ha recordado que no dejar hablar a los diputados cuando están en el uso de la palabra es "un espectáculo denigrante", aunque parece que Rajoy y Rubalcaba han aplazado el 'espectáculo' para otro día.

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