El expresidente catalán Montilla esgrime su edad para justificar ir a Senado

  • El expresidente catalán José Montilla ha esgrimido hoy su edad, 55 años, y su sensación de seguir en plenitud de facultades como argumento para justificar su marcha al Senado.

Barcelona, 2 dic.- El expresidente catalán José Montilla ha esgrimido hoy su edad, 55 años, y su sensación de seguir en plenitud de facultades como argumento para justificar su marcha al Senado.

Un día después de ser designado senador en representación del Parlament y tras escuchar críticas tanto desde algún sector del PSC como de otras formaciones políticas catalanas por su decisión de ir al Senado, Montilla ha roto hoy su silencio para dar explicaciones.

Montilla, que ha confirmado que no formará parte de la dirección del PSC que salga del congreso que los socialistas catalanes van a celebrar dentro de un par de semanas, ha dicho entender que su decisión de no jubilarse cause "sorpresa" porque es algo inédito en Cataluña.

"Es la primera vez que un expresidente de la Generalitat va al Senado. Pero es que nunca un presidente de la Generalitat ha dejado de serlo con 55 años, es un hecho nuevo. Y todas las cosas nuevas generan polémica y controversia", ha indicado.

Montilla ha expuesto sus razones para no retirarse de la primera línea de la política, como sí han hecho sus antecesores, Jordi Pujol y Pasqual Maragall: él se ve con fuerzas para seguir "sirviendo a Cataluña" y defendiendo sus ideas, ahora desde el Senado.

El todavía primer secretario del PSC está convencido de que desde su nuevo escaño, y a pesar de la mayoría absoluta del PP, podrá "contribuir humildemente" a hacer "pedagogía", para que se entiendan mejor las reivindicaciones catalanas, y a reformar la Cámara Alta.

Según Montilla, hay que ir normalizando el hecho de que alguien que ha ostentado la máxima representación institucional de un país pase a ejercer otra responsabilidad pública de menor calado, si considera que aún tiene cosas que aportar.

El dirigente socialista, que ha expresado su "profundo agradecimiento al Parlamento de Cataluña por la confianza recibida", ya que su designación sólo cosechó ocho votos en contra.

Montilla renunciará al sueldo que le corresponde como expresidente catalán, aunque mantendrá la oficina de que dispone en una zona exclusiva de Barcelona, y se quedará con su salario de senador porque la ley impide cobrar dos sueldos públicos.

Mostrar comentarios