Reabierta tras su entrada en España

El juez archiva una querella contra el líder del Frente Polisario por genocidio

El magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz afirma que los hechos estarían prescritos y que no se ha acreditado la comisión del delito imputado en la querella de la asociación saharaui Asadesh.

Brahim Ghali
Brahim Ghali
EP

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado el archivo de una de las causas abiertas contra el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, al entender que los hechos estarían prescritos. El juez del Juzgado Central de Instrucción número 5 da carpetazo a la querella interpuesta por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (Asadesh) al considerar que no se ha podido acreditar la presunta comisión de delitos de genocidio contra ciudadanos marroquíes entre 1975 y 1990.

El magistrado instructor accedió a reabrir dicha querella el pasado mes de mayo, después de que la asociación saharui denunciara que Ghali había entrado de forma presuntamente irregular en España para recibir un tratamiento médico. Así, tras comprobar que la persona ingresada en un hospital de Logroño era efectivamente el investigado; tomarle declaración el pasado 1 de junio; practicar una serie de diligencias y escuchar a varios testigos; el juez Pedraz ha decidido archivar las actuaciones con respecto al líder del Frente Polisario. La querella se presentó en 2008 contra trece militares marroquíes por delitos de genocidio en concurso con asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas y desapariciones presuntamente cometidas entre 1975 y 1990. 

El instructor explica en su auto que, en virtud del Código Penal vigente en la época en las que se cometieron los hechos (el de 1973), los delitos estarían prescritos al haber excedido los 20 años previstos en la ley. Además, recuerda que el delito de genocidio imputado en la querella no fue introducido en el Código Penal hasta 1995, que sí lo declaró imprescriptible. No obstante, el magistrado señala que las conductas expuestas en la querella no integran todos los elementos que requiere este delito, pues pese a que el escrito de los querellantes asegure que la "intención conjunta que guía" a los disidentes a cometer "asesinatos y torturas" con el fin de "destruir total o parcialmente el propio grupo nacional al que pertenecen", el juez indica que "no hay rastros de esos subgrupos en los que dividen al Pueblo Saharaui según su localización geográfica”.

Asimismo, el juez expone en su resolución que comparte con la defensa de Ghali las contradicciones en las que incurren los testimonios de los testigos que han declarado a lo largo de la instrucción en relación con las afirmaciones que figuran en la querella sobre la participación de Ghali en los hechos. Por todo ello, dos meses después de reabrir la investigación contra el secretario general de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) por los delitos de genocidio vuelve a archivarse, al margen de lo que pueda ocurrir con otra de las causas que continúan vivas en la Audiencia Nacional. Cabe recordar que el Juzgado Central de Instrucción número 5 también investiga al líder del Frente Polisario por otra querella similar interpuesta por el activista Fabel Breica, que denuncia que en abril de 2019 a su llegada a los campamentos de Tinduf fue sometido a amenazas por parte de agentes del movimiento de liberación nacional del Sáhara Occidental para que abandonara el lugar. Esta querella también fue inicialmente archivada, pero el juez Pedraz decidió reabrirla el pasado mes de enero.

Otra causa abierta en un juzgado de Zaragoza

Además, la polémica entrada en España de Brahim Ghali para su ingreso hospitalario en abril se investiga en un juzgado de Zaragoza, que recientemente ha ordenado al Ministerio de Exteriores que entregue todos los whatsapps que se intercambió el entonces director de gabinete de la exministra Arancha González-Laya con el Estado Mayor para aclarar si se dio alguna instrucción para que los ocupantes del avión en el que iba el líder del Frente Polisario no pasaran los trámites de aduana o inmigración.

El traslado del líder del Frente Polisario a España por "cuestiones humanitarias", según explicó González-Laya, supuso una crisis diplomática con Marruecos y una crisis migratoria sin precedentes provocada por la entrada masiva de miles de migrantes a Ceuta. Tras su declaración como investigado, por videoconferencia desde el hospital San Millán-San Pedro de Logroño, el juez de la Audiencia Nacional le dejó en libertad sin medidas cautelares, situación que Ghali aprovechó, ya que en la misma madrugada del pasado 2 de junio regresó a Argelia en un avión medicalizado.

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