El PSOE y el PP arrancan la campaña electoral con objetivos contrapuestos

  • Los socialistas prueban su credibilidad a nivel territorial apoyándose en un Zapatero que no repetirá al frente del Gobierno y los populares toman los comicios como un ensayo de lo que pueden ser las generales de 2012.
lainformacion.com

El PSOE y el PP arrancan este jueves la campaña electoral más decisiva de los últimos 16 años, en la que participarán activamente sus dos máximos dirigentes, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. El PSOE intentará mantener su poder territorial, mientras que el PP buscará convertir el 22-M en un ensayo de las elecciones generales del año próximo.

La presidencia autonómica de Castilla-La Mancha y las alcaldías de Barcelona y Sevilla son los tres enclaves que adquirirán un mayor valor simbólico en el resultado de los comicios. Además, la campaña cuenta con el factor atípico de que el presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no volverá a ser candidato en 2012.

El PP afronta las elecciones en clave nacional y con la aspiración de que los resultados pueden forzar un adelanto de las generales, mientras que el PSOE trata de transmitir el mensaje de que los comicios serán más locales de lo que al PP le gustaría y que, aunque está claro que el clima general y la incertidumbre económica pesarán en el ánimo del electorado, el ciudadano votará pensando en los alcaldes y los presidentes autonómicos.

Así, los socialistas no quieren que cunda el desánimo entre los suyos e insisten en que, pese a los malos augurios de las encuestas, éstas están contaminadas por el clima nacional, y que puede haber sorpresas el 22 de mayo.

Por eso, el PSOE ha preparado una campaña muy descentralizada, que cubre el 99,4% del censo, y se esfuerza en subrayar que el ganador de las elecciones no será quien arrebate al otro una plaza, sino quien obtenga más votos, más concejales y más alcaldes, algo en lo que socialistas y populares han estado siempre muy igualados. Hasta tal punto de que en 2007, en pleno ciclo alcista del PSOE, el PP ganó las municipales en votos, pero el PSOE le superó en concejales.El PP se apoya en el pasado

El partido de Mariano Rajoy aspira a lograr también una victoria rotunda en número de votos, y que sea similar o superior a la de los comicios de mayo de 1995, cuando José María Aznar sacó 4,43 puntos de ventaja a los socialistas, una victoria que fue antesala del triunfo que cosechó el PP un año después en las generales.

Salvo en 1995, la diferencia entre PSOE y PP ha sido muy exigua en las municipales posteriores, ya que en junio de 1999, los populares ganaron los comicios por 0,18 puntos. Cuatro años después, los socialistas eran los vencedores (34,84 frente a 34,29%, 0,54 puntos de distancia), mientras que en 2007, el PP se alzó como ganador por 0,7 puntos sobre el PSOE.

Mariano Rajoy, que arranca la campaña en Sevilla este jueves junto con el candidato a la Alcaldía, Juan Ignacio Zoido, tiene previsto recorrer todas las comunidades en estos quince días y participar en una veintena de mítines, en los que hará hincapié en que la tasa de paro de casi cinco millones de parados muestra que el Gobierno es "incapaz de sacar a España de la crisis".

Una de las plazas en las que Rajoy repetirá es Castilla-La Mancha (actos en Toledo y Ciudad Real, sumados a la docena de veces que ha visitado esta región en los últimos tres meses), prueba de que se trata de una comunidad clave y principal campo de batalla de PSOE y PP en estos comicios.

En cambio, para el PSOE Castilla-La Mancha es uno de los territorios donde los socialistas enviarán menos dirigentes federales, en línea con lo que pidió el presidente y candidato, José María Barreda, que siempre ha dicho que no quería "líderes nacionales" y con lo que el PSOE considera una de sus mejores bazas en la región: la buena valoración personal de Barreda frente a María Dolores de Cospedal.

Zapatero ya compartió escenario con Barreda en Albacete el pasado abril pero para los 15 días de campaña sólo están previstos, por el momento, un acto del vicesecretario general del PSOE, José Blanco; otro del vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba y dos de la ministra de Defensa, Carme Chacón, en Tomelloso y Cuenca.

Además, los dirigentes socialistas tratan de transmitir la idea de que quien más se juega en Castilla-La Mancha son los populares, porque son ellos quienes han puesto el foco en esta comunidad colocando como número dos del partido a María Dolores de Cospedal.

Tampoco habrá gran presencia de cargos federales del PSOE en Barcelona, donde el PSC ha diseñado una campaña muy local. En la ciudad de Sevilla, sin embargo, el partido del Gobierno sí ha programado un desembarco importante, con actos de Zapatero, Alfonso Guerra, Felipe González y Carme Chacón.

En la Ciudad Condal, los populares creen que CiU puede hacerse con el Ayuntamiento y desbancar al PSOE, pero aspiran a ser llave de gobierno con el nacionalista Xavier Trías. Rajoy tiene previsto desplazarse a Barcelona el día 18 de mayo.Anticipar las elecciones generales

Según el PP, la marca PSOE está muy deteriorada y se da por hecho que no va a tener reflejo en las urnas el anuncio del jefe del Ejecutivo de que no será el candidato socialista a las generales. Es más, en las filas del PP se recuerda que esa decisión de retirada de Zapatero no se ha visto reflejada ni en la encuesta del CIS ni en las que están publicando diferentes medios de comunicación.

Los dirigentes del PP creen que una debacle socialista el 22 de mayo puede servir para forzar un adelanto de las elecciones generales. Éste es uno de los mensajes en los que ha incidido el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, que sostiene que si Zapatero no se siente respaldado se irá en verano, aunque, de lo contrario, "se quedará hasta marzo".

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