El Salón de Columnas, un espacio histórico para una abdicación histórica

  • El lugar elegido para que mañana el Rey sancione la ley que hará efectiva su abdicación no ha sido escogido casualmente; el Salón de Columnas del Palacio Real es un espacio donde han tenido lugar acontecimientos históricos, como la firma del tratado de adhesión de España a las Comunidades Europeas en 1985.

Madrid, 17 jun.- El lugar elegido para que mañana el Rey sancione la ley que hará efectiva su abdicación no ha sido escogido casualmente; el Salón de Columnas del Palacio Real es un espacio donde han tenido lugar acontecimientos históricos, como la firma del tratado de adhesión de España a las Comunidades Europeas en 1985.

Y don Juan Carlos signará sobre la misma mesa, una valiosa pieza llamada "mesa de las esfinges", de estilo imperio, llamada así porque sus seis patas de bronce reproducen otras tantas esfinges.

La estancia debe su nombre a su decoración arquitectónica, con una serie de pilastras lisas a base de columnas adosadas de fuste estriado, coronadas con la representación del Toisón de Oro.

En su bóveda, decorada por Sabatini en 1761, aparecen parejas de sátiros con medallones que representan los cuatro elementos; el fresco está pintado por Giaquinto y en él aparece el sol, como representación del monarca, avivando a las fuerzas de la naturaleza.

De sus muros cuelgan valiosos tapices del siglo XVII, bustos de emperadores romanos y esculturas procedentes del antiguo alcázar y en el fondo se exhibe la estatua "Carlos V dominando el Furor", obra de León Leoni.

En ese espacio, ante unos 160 invitados, el Rey rubricará su última ley, la ley orgánica de su abdicación, que le permite ceder el Trono a su hijo, el Príncipe de Asturias, que el jueves será proclamado Rey.

La sala y su famosa mesa son recordadas sobre todo por la firma del tratado que abrió a España las puertas de Europa, el 2 de junio de 1985, un acto presidido por don Juan Carlos, quien pronunció un discurso para aquel momento histórico.

Pero han sido muchos otros los momentos en que este espacio del Palacio Real ha servido de solemne escenario.

La Conferencia de Paz de 1991 entre palestinos e israelíes, auspiciada por EEUU, se celebró entre sus muros, e hizo del Palacio Real el epicentro de la atención internacional; seis años después el salón acogió otra reunión de calado, la cumbre de OTAN de 1997.

Más atrás en el tiempo, en noviembre de 1975, el Salón de Columnas fue empleado para instalar la capilla ardiente de Francisco Franco, en un momento de máxima relevancia histórica para España.

Aquel uso enlazó con el que se le había dado cien años antes, en 1879, cuando también se situó el velatorio por la reina María de las Mercedes de Orleans, primera esposa de Alfonso XII.

Hasta entonces había servido como salón de baile y lugar para acoger los banquetes de palacio, pero tras la muerte de María de las Mercedes se decidió habilitar un nuevo salón de baile y comedor de gala, el cual es el que se utiliza actualmente.

No sólo se escuchaba música bajo la mirada del Apolo que aparece en la bóveda pintada por Corrado Giaquinto, porque mucho más recientemente ha acogido los conciertos de música de cámara interpretados con la valiosa colección de Stradivarius del Patrimonio Nacional.

En esta estancia también se han entregado diversos premios nacionales como el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que ya ha alcanzado veintidós ediciones.

El pasado 1 de abril el Rey impuso en este lugar el Collar del Toisón de Oro, la orden dinástica más prestigiosa del mundo, a el ex secretario general iberoamericano Enrique Iglesias.

Y el 16 de enero de 2012 hizo lo propio con el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy; aquella ceremonia de entrega de la condecoración en el Salón de Columnas del Palacio Real propició una imagen de gran carga simbólica, la de don Juan Carlos acompañado del presidente Mariano Rajoy y los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar y Felipe González.

Mañana, a partir de las 18:00 horas, todos ellos volverán de nuevo a encontrarse con el Rey: Rajoy para referendar la ley de abdicación, una vez que don Juan Carlos la sancione, y los tres expresidentes para asistir como testigos privilegiados a otro momento histórico.

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