El nuevo ministro de Economía, Román Escolano, ha cogido este viernes la cartera de Economía de la mano de su antecesor y amigo, Luis de Guindos, con varios retos pendientes dentro que deberá solventar, sobre todo en el sector financiero, en el que trabajó durante algunos años, y en materia de Competencia, entre otros aspectos. El reto más perentorio y que se reclama desde el sector financiero al nuevo responsable de Economía es la salida del capital público de Bankia y su vuelta al sector privado, ya sea de forma independiente o a través de una fusión con otra entidad.
Si finalmente la opción por la que se decanta Bankia es una fusión con el BBVA, a Román Escolano le tocará hacer de mediador entre el que fuera su antiguo jefe, Francisco González, y el ex de la misma entidad, José Ignacio Goirigolzarri, que ha sacado a Bankia de la crisis y la ha devuelto a los números negros. Es cierto que la previsible salida de González del banco va a allanar en gran medida ese camino.
Esa operación, que según fuentes del sector se puede lanzar en los próximos meses, va a coincidir con el nombramiento de un nuevo gobernador para el Banco de España, que deberá estar en su lugar, junto a un segundo hombre fuerte en la institución, el próximo mes de junio. Hasta el momento, se ha respetado el pacto político según el cual el nombramiento del máximo responsable del supervisor bancario lo hacía el Gobierno y el subgobernador lo proponía el primer partido de la oposición, pero la búsqueda de dos candidatos de consenso se puede complicar dado el actual equilibrio inestable de las fuerzas políticas en el Parlamento.
En lo que respeta al ámbito financiero, desde Economía quedan varias directivas pendientes sobre la regulación del sector financiero (Mifid II) que deberán estar implementadas antes de que acabe este ejercicio.
Competencia y supervisión
La buena relación que el nuevo ministro tiene con el Ibex 35 servirá para atender algunas de sus últimas demandas, tanto a nivel europeo como en la aplicación interna de las normas. Una de las quejas más señaladas desde organismos como la CEOE y el Círculo de Empresarios apuntan al exceso de judicialización y de presiones que reciben los empresarios en materia de Competencia.
El protagonismo que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha tomado a la hora de analizar la actuación empresarial de ciertos sectores regulados, ha generado cierto malestar en la cúpula empresarial por el exceso de judicialización que sufre en algunos sectores y la constante puesta en duda en los tribunales de las decisiones que se toman en el sector privado.
No se trata de que Escolano pueda influir en las decisiones de los jueces, pero si puede ser significativa su mediación a la hora de interpretar y valorar los informes que desde la CNMC se publican, en muchas ocasiones contra la visión del Gobierno, y que influyen en procesos sobre competencia o regulación en temas energéticos, financieros o de telecomunicaciones, entre otros.
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