Entrevista al vicepresidente del Grupo Popular

Pons: "Derogar la reforma laboral es un obstáculo para lograr las ayudas de la UE"

Pons: "Derogar la reforma laboral es un obstáculo para lograr las ayudas de la UE"
Pons: "Derogar la reforma laboral es un obstáculo para lograr las ayudas de la UE"
PP

Esteban González Pons (Valencia, 1964) se conoce bien los entresijos del epicentro comunitario y tiene línea directa con la nueva presidenta Ursula von der Leyen como número dos del grupo popular en el Parlamento Europeo. Ha estado confinado en la capital belga, donde ha seguido el "importante paso adelante" de la Comisión proponiendo el fondo de recuperación de 750.000 millones. Pero tiene sus reservas sobre la condicionalidad y el momento en que llegará ese dinero a España. Atiende a La Información desde su despacho y vaticina una ruptura del Gobierno de coalición a medio plazo.

De lo que se habla estos días en Bruselas es de ese fondo de recuperación centrado en una emergencia global, que afecta a todos. Pons lo considera una buena noticia para España ya que es mejor que sea la Comisión quien se endeude antes de que lo hagan los países. Con todo, no termina de entender bien que haya generado tanto revuelo su presentación, entre otras cosas, porque no habrá lluvia de dinero hasta enero.

"La Comisión no tendrá presupuesto hasta el 1 de enero y los Estados miembros todavía no han llegado a un acuerdo sobre el próximo marco financiero plurianual", que es sobre el que se habría de avalar el endeudamiento multimillonario. "Mientras no haya marco financiero plurianual, Next Generation -nombre con el que ha sido bautizado el plan de ayudas- no funcionará", sentencia el veterano político del PP.

"No estamos hablando de pasado mañana. Estamos hablando de algo que empezará a funcionar a partir de enero, por lo que será tarde para la inmensa mayoría de pequeñas y medianas empresas y de trabajadores autónomos españoles", matiza el eurodiputado. González Pons cree que la presentación a bombo y platillo de las ayudas europeas obedece más a una estrategia para tranquilizar a los países más afectados, aunque ello haya supuesto obviar que subvenciones y préstamos tendrán macrocondicionalidad, lo que obligará a los estados que aspiren a las ayudas a cumplir requisitos. España, lógicamente, también.

¿Habrá condiciones? ¿Y si Sánchez cumple lo pactado con Bildu y deroga la reforma laboral? "No hay nada cerrado pero se habla de que el dinero recibido se destine a economía verde, reconstrucción industrial, digitalización... pero estoy convencido de que habrá macrocondicionalidades por países. Si el Gobierno de España deroga íntegramente la reforma laboral va a tener muy difícil acceder a estas ayudas europeas", vaticina González Pons sobre algunos requisitos que podrán serle exigidos al Ejecutivo de Sánchez. Nada fuera de la más estricta 'lógica europea': un marco laboral que permita inversiones en las empresas, cumplimiento de déficit... Pero no poner patas arriba el marco.

España, castigada con dureza por la Covid-19 y la crisis que lleva aparejada, presentará ante Europa un plan que nuestros socios mirarán con lupa. En él tiene previsto incluir el IMV aprobado esta viernes. Pero el político popular tiene claro que la formación morada es una pesada mochila para el presidente. "La presencia de Podemos en el Gobierno dificultará el acceso a las ayudas europeas. Si el discurso sigue siendo el de estos días, con nacionalización de multinacionales -como la sugerida por Iglesias en Nissan- o el impago de la deuda como si fuéramos el peor de los países sudamericanos, pues es seguro que no vamos a poder acceder a estas ayudas. Nuestros socios quieren tener la certidumbre de que seremos capaces de salir adelante utilizando ese dinero. No nos lo prestan para gasto corriente, nos lo prestan para inversión. No nos lo prestan para pagar alquileres a los okupas, nos lo prestan para invertir en economía digital".

El papel de Sánchez y la actitud de los países del norte

El político valenciano ha vivido de primera mano las visitas de Pedro Sánchez al corazón de Europa para tratar de arrimar el ascua a su sardina: conseguir dinero para España a la vista de la descomunal crisis en la que ya estamos inmersos, con fortísimas correcciones de crecimiento y destrucción de empleo. "Sanchez no lideró nada, planteó medidas que ya había aprobado el Parlamento Europeo". Para Pons, "la máquina propagandística descomunal" que se activa desde Moncloa dibujó una pugna de titanes que no habría sido tal.

"Los países del norte tienen una perspectiva diferente sobre la política presupuestaria. En Alemania no entienden que tengan que dar dinero a España cuando España esta creando un subsidio mínimo y vital que en allí y en Holanda no existe. Ellos dicen: 'Oye, nos estáis pidiendo dinero pero vais a dar un sueldo a todo el mundo que nosotros no tenemos porque creemos que no nos lo podemos permitir. Si os lo podéis permitir, no necesitaréis que os demos dinero; no tenemos porque pagar los subsidios sociales españoles'", afirma desde su despacho en el Parlamento Europeo.

Ingreso Mínimo Vital, sí

En contra de lo que pudiera parecer, el líder de la legación popular en Europa no ve con malos ojos la posibilidad de que en España se opte a una renta básica, eso sí, no bajo el prisma que contemplan PSOE y UP. "Si vamos a ir a pedir a los vecinos no tenemos que presumir de lo que tenemos. Yo creo que la renta mínima es necesaria en este momento,  porque se nos están viniendo abajo la clase media y los trabajadores autónomos. Hay mucha gente que está siendo expulsada por el sistema y necesitamos un mecanismo urgente. Pero tendríamos que explicarlo bien, tendríamos que evitar el lenguaje chavista e ir a uno más europeo y comprensible para nuestros socios". Es decir, apuesta por un IMV temporal.

Sobre la salud del Gobierno de coalición en España González Pons piensa que "se romperá el día que tengan que plantearse reformas ante la UE". Ese momento marcará un antes y un después. Su vaticinio: el PSOE aceptará "reformas buenas para la economía española" y Unidas Podemos pondrá pies en polvorosa. "Es un partido profundamente irresponsable, un partido populista, por eso creo que cuando llegue el momento de presentarse ante Bruselas los socialistas serán lo bastante sensatos como para pasar de este Gobierno a uno monocolor".

Para González Pons, la crisis del coronavirus solo es la punta del iceberg de los conflictos sociales que van a surgir en todo el mundo. En breve, en su opinión, surgirán los expulsados de sus trabajos por la globalización, la robotización o la inteligencia artificial. "Hay una generación, la mía, la de aquellos que tenemos más de 50 años, que cuando pierdan sus empleos, van a tener muy difícil reincorporarse al mercado laboral. El precio de digitalizar la economía probablemente será asumir que habrá muchas y muchos trabajadores que no podrán reemplearse. Una renta básica de la sociedad digital no puede justificarse con un discurso marxista de la época de la lucha de clases; eso es lo que fuera de España no se va a entender y en España, con dificultad".

El papel del líder de Unidas Podemos en la gestión del Gobierno que preside Sánchez ha llevado a que el político morado plantee, junto con Italia y Portugal, la posibilidad de instaurar una renta mínima en toda Europa. Pons lo tiene claro: "Hoy nadie en la UE está hablando de eso. Todo lo que dice Iglesias se parece mucho a lo que decía Varoufakis -ministro de Finanzas en el Ejecutivo de Alexis Tsipras, en 2015, durante seis meses de la gran crisis por el rescate de Grecia-. A Iglesias se le tiene como el Varoufakis contemporáneo, como el Varoufakis de hoy, y seguramente correrá la misma suerte que corrió Varoufakis en Bruselas. Quiero ver a Iglesias sentado en algún Consejo Europeo, a ver si aquí dice las mismas cosas que dice en España".

España e Italia han sido dos de los países más golpeados por el coronavirus, con decenas de miles de muertos y cientos de miles de infectados. En otros estados de nuestro entorno, la pandemia no ha atacado del mismo modo, lo que ha colocado a españoles e italianos bajo el escrutinio de Europa. "Hacia España e Italia, políticamente, se tiene una prevención especial desde Europa porque son dos países con populistas en el gobierno. Se piensa que sin el Movimiento 5 Estrellas y sin Unidas Podemos la gestión de la crisis en Italia y en España habría sido diferente. Ahora bien, sobre la crisis de la Covid el principal problema de la UE es que los estados miembros han actuado cada uno por su cuenta y ante un solo problema hemos dado 27 respuestas diferentes".

El veterano político afirma que Europa ha patinado en su idea de unión, adoptando cuarentenas distintas, desescalando de forma diferente, se han cerrado fronteras sin consenso previo, se ha negado ayuda, ha surgido proteccionismo hacia los productos de cada país, se han hecho estadísticas del coronavirus... "No hemos sido capaces de coordinarnos en nada", dice con cierta desazón. 

Pons tiene en mente el anuncio de salida de Nissan de Barcelona y las polémicas declaraciones del vicepresidente segundo llamando a la nacionalización de la compañía. "Nissan es una multinacional. ¿Cómo va a nacionalizar una empresa multinacional como si fuera un líder caribeño? No tiene ningún sentido, es todo publicidad, propaganda y eso le servira, no lo se para su publico en España pero para la gente seria que nos mira desde fuera es algo que les desalienta".

Nissan, sus 3.000 trabajadores directos y otros 30.000 indirectos, ha sufrido, en palabras de González Pons las consecuencias de la deficiente política nacional con el sector del automóvil. "Hace un tiempo que para el Gobierno de España el sector del automóvil no es un sector prioritario. Es un sector al que resulta cómodo darle patadas: amenazando con la desaparición de los coches diésel, con la transformación del modelo económico, señalando a los fabricantes de ser los culpables de convertir las ciudades en lugares inhabitables. Hay que ver cómo cuidan Alemania o Francia a sus fabricas de automóviles, defendiendo que hay que combatir el cambio climático, pero teniendo en cuenta los miles de puestos de trabajo que dependen del sector. Esto no se le ha oído a los dirigentes que están en el Gobierno de España".

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