Con el pacto PP-Cs en el aire

Feijóo afronta las gallegas contra rivales sin experiencia o que ni están nombrados

  • La oposición al líder de los 'populares' gallegos confía en que éste pierda la mayoría absoluta. Ahí será clave la suma de PSOE y Galicia en Comú. 
Casado y Feijóo
Casado y Feijóo
Efe

Alberto Núñez-Feijóo contra todos. Así se plantea en la política gallega las elecciones autonómicas del próximo 5 de abril, que pueden ser las últimas en las que el actual presidente de la Xunta concurra antes de su más que probable traslado a Madrid. Antes, Feijóo quiere dejar sellada su cuarta mayoría absoluta consecutiva. Algo que quiere hacer en solitario, sin contar con Ciudadanos a pesar de la insistencia de Inés Arrimadas. Pero entre sus competidores no se pierde la esperanza de que el PP pierda el apoyo suficiente para que se forme un nuevo gobierno. Incluso aunque sus candidatos no tengan mucha experiencia... o ni siquiera estén ya elegidos.

La principal duda en este momento es qué va a hacer Ciudadanos. El 'barón' gallego del PP ya ha descartado por completo que vaya a ir en coalición junto a los naranjas, que no tienen representación en el Parlamento gallego. Esto le ha costado las críticas de Arrimadas, que aún no ha tirado la toalla a pesar de que Feijóo solo contempla que haya miembros de Cs en unas listas donde la papeleta sea exclusivamente de su partido. El plazo para registrar coaliciones termina el 21 de febrero, por lo que solo tendrían menos de 10 días para hacer efectivo ese acuerdo. De no producirse, el candidato de Ciudadanos es un misterio.

Quien sí tiene candidato es el PSdG, la marca gallega de los de Pedro Sánchez. El aspirante a presidente de la Xunta será el secretario general del partido, Gonzalo Caballero, que es un 'sanchista' reconocido y lidera a la formación a nivel autonómico desde finales de 2017. Fuentes socialistas aseguran que Caballero "tiene posibilidades" de presidir Galicia los próximos cuatro años, ya que no ven tan claro que Feijóo retenga la mayoría que tiene desde hace 11 años. Revertir la caída en picado de escaños que se produjo desde que el PP recuperó el Gobierno es la prioridad de la dirección del PSOE, que va a echar el resto en la campaña. Pero para lograr el objetivo también será importante el resultado que obtenga Galicia en Común.

La confluencia formada por Podemos y Esquerra Unida está en una situación parecida a la de Cs. Como señalan fuentes internas a La Información, una de las dudas está en si la coalición que registren contará con algún actor más, como la Anova que lideró Xosé Manuel Beiras. Pero la principal incógnita es la del candidato o candidata. La favorita por encima de todos era la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que por su nuevo puesto ya es inaccesible para este reto autonómico. Por eso, una de las opciones es buscar un candidato de consenso que provenga de la sociedad civil, que es la fórmula que siguió Podemos con Manuela Carmena en Madrid. Otros nombres que sí podrían afrontar el reto son el diputado nacional Antón Gómez Reino o los exalcaldes de Santiago y A Coruña, Martiño Noriega y Xulio Ferreiro

La fórmula para arrebatar el Ejecutivo gallego a los 'populares' no solo pasa por socialistas y morados. El BNG será el otro actor importante para lograrlo, ya que gracias a su regreso al Congreso de los Diputados ha logrado mucha más exposición mediática. Los nacionalistas ya firmaron un acuerdo con los socialistas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, por lo que las relaciones entre ambos están muy encauzadas. Con Unidas Podemos también hay entendimiento en ciertas cuestiones, por lo que un 'tripartito' sería viable en este caso. La candidata será Ana Pontón, que es una de las más conocidas por mantener un escaño en el Parlamento desde 2004. 

En el resto de partidos aspirantes, el desafío es conseguir no quedarse fuera de la cámara. En Marea es el que más tiene que perder, ya que cuenta con cuatro diputados tras su separación de Galicia en Común por las discrepancias de estos últimos con su líder, Luis Villares. Distintas fuentes consultadas ven "muy difícil" que logren mantener sus asientos. Quien también lo tiene muy difícil es Vox. La fuerza de extrema derecha tiene asumido que su apuesta centralista no le beneficia para nada en Galicia (ni en Euskadi). Su vacío en la región gallega es tal que no cuenta con un liderazgo claro, y mucho menos con un candidato. Está por ver cuál es su estrategia a seguir. Aunque saben que el PP monopoliza a casi todo su electorado potencial. 

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