González cree que Rajoy debe enfrentarse al caso Bárcenas para que le crean

Madrid, 22 feb.- El expresidente del Gobierno Felipe González ha considerado hoy que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debe enfrentarse a los actuales problemas de corrupción y al "caso Bárcenas", con una querella en los tribunales y sin ceder a ningún chantaje, para que los ciudadanos crean en sus propuestas.

De esta forma se ha referido González en una entrevista en ABC Punto Radio a las consecuencias que ha tenido para el PP el procedimiento judicial en el que esta imputado el extesorero de su partido Luis Bárcenas.

González cree que, en términos jurídicos, Rajoy debería querellarse contra Bárcenas si ha producido un daño irreparable a la credibilidad de su partido, y que, en términos políticos, no debe someterse a ninguna presión o chantaje "venga de quien venga".

Respecto a las medidas contra la corrupción anunciadas por Rajoy en el debate del estado de la nación, ha dicho que suscribiría las planteadas por "unos y otros", pero que "la gente no va a creer" en ellas mientras el Gobierno no se enfrente a los casos actuales con "absoluta decisión, claridad y transparencia".

"Y eso, -ha dicho-, no se está produciendo".

También se ha referido al caso que afecta a Iñaki Urdangarín, y, aunque ha admitido que se han cometido "errores gravísimos" y ha habido un "daño institucional", ha expresado su confianza en que la Justicia depurará cualquier responsabilidad con "todas las garantías", ya que cree que en España "tendemos a satanizar a determinados personajes".

González ha mostrado su desacuerdo con el primer secretario del PSC, Pere Navarro, que ha pedido la abdicación del Rey, y ha afirmado que no ve "oportuno" ni que sea el "procedimiento adecuado" que alguien diga lo que tiene que hacer el jefe del Estado.

Sobre las propuestas independentistas en Cataluña, ha señalado que son "un planteamiento sin salida", que conduce a una situación imposible para los catalanes y para el conjunto de España y ha apelado al diálogo y la comprensión recíproca para encauzar la situación, al entender que "los pueblos no pueden depender de la obsesión personal de alguien".

Por último, ha defendido el liderazgo al frente del PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba, de quien ha dicho que si bien ya "tiene edad" es el más cualificado para cumplir esa tarea en un momento en el que, tras perder unas elecciones, un partido pasa siempre "una travesía del desierto" para volver a convertirse en una "alternativa razonable".