Irán quemó 100 toneladas de estupefacientes en Día Mundial contra las Drogas

  • Las autoridades iraníes quemaron hoy 100 toneladas de estupefacientes, la mitad de ellos en Teherán y el resto en otras ciudades del país, en actos con motivo del Día Mundial contra el Tráfico y el Consumo de Drogas.

Teherán, 26 jun.- Las autoridades iraníes quemaron hoy 100 toneladas de estupefacientes, la mitad de ellos en Teherán y el resto en otras ciudades del país, en actos con motivo del Día Mundial contra el Tráfico y el Consumo de Drogas.

En Teherán, los mandos policiales que acudieron al acto criticaron la "falta de colaboración de Occidente con la lucha contra las drogas de Irán", convertido por su situación geográfica en vía de salida del opio y su derivados desde Afganistán hacia los países de Europa, el golfo Pérsico y la antigua Unión Soviética.

El pasado 23 de junio, las autoridades iraníes informaron de que habían confiscado 115 toneladas de drogas, la mayor parte opio, en los tres primeros meses del año persa, que comenzó el 21 de marzo.

Según dijo entonces el jefe de la brigada antidrogas de la Policía iraní, el general Ali Moayedi, en estos tres meses ha aumentado la cantidad de todas las drogas decomisadas respecto al mismo periodo del pasado año, en especial de morfina y heroína.

El mando policial indicó que las autoridades iraníes han desmantelado en este último trimestre 600 bandas de suministradores, traficantes y distribuidores de drogas y "cientos han sido detenidos".

La producción de opio en el mundo mantiene la expansión iniciada en 2006, con un aumento del 15 por ciento de la superficie de cultivo en 2012, según dijo hoy la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en la presentación en Bangkok del Informe Mundial sobre las Drogas.

Afganistán concentró el 74 por ciento de la producción mundial de opio el año pasado, mientras que Birmania (Myanmar) fue el segundo productor con el 10 por ciento, si bien la cosecha total se redujo un 30 por ciento hasta menos de 5.000 toneladas.

Según ONUDD, los datos de decomisos señalan que los opiáceos de Afganistán crecen como competidores de los producidos en el Sudeste de Asia, "señal de que la producción de Myanmar y Laos es insuficiente para satisfacer la demanda creciente de heroína en China y otras partes de Asia".

En el informe se destaca la aparición de nuevas rutas de tráfico de heroína desde Afganistán a través de Irán y Pakistán, así como de nuevos métodos que incluyen transporte marítimo y mensajeros por vía aérea en tránsito por centros logísticos de la región.

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