La brecha en las primarias del PP y la 'opción Casado' dan aire a... Ciudadanos

  • El favorito para aglutinar el voto de Cospedal y Margallo en la segunda vuelta debe evitar ser una fotocopia de Rivera y recuperar a los votantes.
Casado no sabe por qué no se saludaron Rajoy y Rivera pero cree que sus discursos fueron "más al entendimiento"
Casado no sabe por qué no se saludaron Rajoy y Rivera pero cree que sus discursos fueron "más al entendimiento"
EUROPA PRESS

Las primarias del PP han dejado en evidencia las brechas del partido. Tanto de liderazgo como territorialmente. La victoria por 1.546 votos de Soraya Sáenz de Santamaría no soluciona la división interna y deja algunas claves. La primera, que Cospedal no controlaba el partido de forma férrea; la segunda, que muchos militantes han votado mirando el cartel electoral, y la tercera, que la victoria final está más cerca de Casado, que aglutinará los votos 'antisoraya' y ha jugado la carta de la juventud y la regeneración.  Por eso es reacio, por el momento, a apostar por una candidatura única. Se ve ganador, pero su reto ahora es demostrar capacidad de liderazgo. La pregunta es ¿es el candidato que conviene al PP... o a Rivera?

El primer reto del ganador o ganadora final será recuperar el espacio electoral cedido por el PP a Ciudadanos. Y ahí Rivera teme más a Soraya. "Ninguno de los candidatos parece capaz de recuperar el voto que se ha ido a Ciudadanos y, según las últimas encuestas, la vicepresidenta es la única que tendría opciones. Cuenta con un 60% de simpatía entre los votantes de Rivera. Casado cuenta con menos del 40%, y Cospedal tenía menos del 20%. También entre los votantes del PP las preferencias las lidera Soraya con un 70%, mientras Casado se queda en un 49%", destaca José Pablo Ferrándiz, investigador principal de Metroscopia.  Esa es la razón principal por la que Soraya ha vencido en la primera ronda de las primarias sin que tenga el apoyo del partido, más cercano a los otros dos candidatos.

El otro debate será ideológico. Casado sí puede "luchar por el voto más conservador, no en vano era el favorito de Aznar, y es el más liberal todos", destaca Carles Ramió,  catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universitat Pompeu Fabra, que cree que en el corto plazo Soraya podría ser mejor cartel, pero a largo plazo no es tan claro. No hay que olvidar que "es la unidad del país y la lucha contra el nacionalismo lo que ha colocado al PP a las puertas de Cs", destaca José Ramón Lorente, experto demoscópico y analista.

Ramió cree que en estas temáticas Casado tiene "unas formas suaves, pero un fondo duro, más que Soraya, que es una tecnócrata sin discurso ideológico". En ese aspecto puede convencer más a los suyos, porque de lo que no hay duda es que el nuevo líder del PP deberá tomar estas banderas, pero hacerlo con inteligencia porque -aunque estas sean de la formación popular de siempre- puede parecer que va a rebufo.

Y vayamos al perfil. Sí, porque Ciudadanos tiene también un arma de la que pocos hablan hoy. Casado puede ser visto como una fotocopia de Rivera, y ya se sabe que la gente apuesta por el original. "No puede ser un clon. Y su forma de vestir, su juventud e incluso su físico tiene similitudes con el líder de C's", destaca Ramió. En este sentido, "Soraya cuenta con una personalidad muy marcada, es mujer, con todo lo que ello conlleva hoy y ha mostrado un perfil pragmático", recuerda Lorente. Rivera tendría más dificultades para atacarla. Y necesita hacerlo para ocupar el espacio de centro derecha. Casado presenta más flancos.

La regeneración es el siguiente reto al que se enfrenta el PP. En este sentido, Soraya ha sido la paloma del Gobierno, inmaculada, pero próxima a Rajoy. Es el eslogan de un nuevo PP, limpio, la que ha ondeado Casado en la campaña. "Los votantes necesitan que el líder del PP pida perdón y abra etapa. Casado lo puede hacer porque no ha ocupado cargo orgánico con Rajoy, pero tiene el problema del máster, que le puede hacer daño", pronostica Ramió. 

La volatilidad de los votantes, no obstante, es cada día más evidente en los últimos tiempos. Coinciden los expertos en que las percepciones son efervescentes y todo está en el alero. Las elecciones en Andalucía serán un termómetro para saber si el PP acierta finalmente. Esa llamada a las urnas puede marcar el futuro tanto de Cs como del PP. Todo indica que Casado cuenta con más flancos para ser atacado por Ciudadanos que Soraya, y deberá demostrar, si los votos se aglutinan a su favor, si está a la altura. Pero ya se sabe que la victoria otorga carisma. Que se lo pregunten a Pedro Sánchez.

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