La cumbre de países asiáticos cierra con el deseo de una seguridad común

  • La cuarta cumbre de la Conferencia para las Medidas de Interacción y Construcción de la Confianza en Asia (CICA) concluyó hoy con la Declaración de Shanghái, en la que los países miembros expresan su deseo de ir hacia una seguridad común.

Shanghái (China), 21 may.- La cuarta cumbre de la Conferencia para las Medidas de Interacción y Construcción de la Confianza en Asia (CICA) concluyó hoy con la Declaración de Shanghái, en la que los países miembros expresan su deseo de ir hacia una seguridad común.

El encuentro reunió a dirigentes de 26 Estados miembros y 9 observadores, entre ellos líderes mundiales como los mandatarios de Rusia, Vladímir Putin; Irán, Hasán Rohaní, y Afganistán, Hamid Karzai, además del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y como anfitrión el presidente chino, Xi Jinping.

En la Declaración de Shanghái los asistentes aseguran, en nombre de sus Estados, que desean que la región camine hacia un sistema de seguridad compartido, profundo en su alcance y su desarrollo, basado en la cooperación multilateral panasiática y de carácter permanente.

"Los países de la región comparten intereses y preocupaciones de seguridad comunes", reza el documento, que destaca la intención de los miembros de la CICA de avanzar en ese sentido, bajo los principios de solidaridad, cooperación y asistencia mutua, respeto por la soberanía de todos y búsqueda de un progreso común.

De esta manera, afirman que su intención es que ningún Estado fortalezca su propia seguridad a costa de la de otras naciones asiáticas.

Asimismo, creen que ningún país, grupo de países u organización puede tener una responsabilidad superior a la de los demás vecinos de Asia por mantener la paz y la estabilidad.

Prometen renunciar a cualquier forma de amenaza o uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de un país.

Además, confirman su intención de privilegiar una "resolución de las disputas de forma pacífica" y de "no interferir en los asuntos internos de los Estados".

Esta resolución contrasta con la profusión de tensiones regionales entre los países de la CICA, como la de Rusia, que es miembro de este foro, con Ucrania (observador).

Otros ejemplos son los de China (miembro) con Japón (observador, por las islas Diaoyu), Vietnam (miembro, por las Paracel) y Filipinas (también miembro, por las Spratly).

La CICA -surgida por iniciativa del presidente kazajo Nursultán Nazarbayev en 1992 para facilitar la estabilidad y la cooperación pacífica entre las naciones asiáticas, en un momento en que las antiguas repúblicas soviéticas daban sus primeros pasos como independientes- espera dar un giro en 2014 con la presidencia de China, que a partir de ahora ostentará ese cargo hasta 2016.

Después de lograr su creación formal en 2002, tras lo que Kazajistán presidió la CICA (2002-2010) seguida de Turquía (2010-2014), Nazarbayev propuso hoy constituir una Organización para la Seguridad y la Cooperación en Asia (OSCA), una versión asiática de la europea OSCE, bajo los auspicios de esta Conferencia para las Medidas de Interacción y Construcción de la Confianza.

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