Unas 120.000 personas

La gran marcha morada toma Madrid sin miedo al Covid-19 y la política al fondo

  • La parte socialista del Gobierno manda a media docena de miembros, con Calvo recordando que lleva 42 años al frente de estas protestas. 
Manifestación por el Día de la Mujer, este domingo en Madri
Manifestación por el Día de la Mujer, este domingo en Madri
Efe

La gran marcha morada, la convocada por la Comisión 8M de Madrid, ha arrancado desde la Puerta de Atocha con un lema oficial: "Con derechos, sin barreras, feministas sin fronteras"; y también sin miedo a la amenaza del coronavirus que pende sobre toda España desde hace ya varios días. Si el Ministerio de Sanidad había recomendado a la mañana que las personas con síntomas de tener problemas similares a los del Covid-19 se abstuvieran de acudir a las marchas, la respuesta de los que se consideran sanos ha sido masiva. 

Sin embargo, y por mucho que dieran la cara decenas de miles de personas, el respeto por la enfermedad sí se dejó notar y la manifestación congregó a unas 120.000 personas, según cifras facilitadas a Europa Press por la Delegación del Gobierno. Esta afluencia significa que este año han acudido un 65% menos de personas que en 2019, cuando fuentes policiales cifraron en 350.000 personas la asistencia a la marcha de la capital de España. Del mismo modo, el dato es un 29% más bajo que el registrado por la Delegación del Gobierno en 2018, cuando asistieron unas 170.000 personas.

Mientras se daban los primeros pasos de mujeres y hombres anónimos, llegaban las primeras declaraciones. Como las de la vicepresidenta primera del Gobierno, la socialista Carmen Calvo, que lleva un fin de semana muy completo de reivindicación de currículum personal. El sábado, ante las dudas de los enfrentamientos internos en el Consejo de Ministros, defendió su posición como vicepresidenta primera "a las órdenes directas del presidente del Gobierno".

Ahora, a pie de movilización feminista, ha dicho: "Algunas llevamos muchos años en el 8 de marzo, cuando apenas nadie sabía qué significaba, cuando no había grandes manifestaciones, cuando casi nadie estaba, en el movimiento feminista ya estábamos. Así que el PSOE sale ahora a las calles de Madrid para acompañar al movimiento feminista que es lo que hemos hecho en 42 años de democracia"

Junto a ella, y ataviados de rojo y morado casi a partes iguales, medio Gobierno socialista, con la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Educación, Isabel Celaá; la de Exteriores, Arancha González Laya, y la de Política Territorial, Carolina Darias.

Y no muy lejos, detrás de su propio lema y arropada por otros de los integrantes del Gobierno de Unidas Podemos, la ministra de Igualdad, Irene Montero, exultante en la semana en la que se aprobó la ley troncal de su carretera, y que ha aprovechado para reclamar "una gran alianza feminista" que pueda seguir trabajando y luchando por los derechos de las mujeres sin dar un paso atrás. 

En otros puntos del centro madrileño, representantes del PP (Cuca Gamarra) y de Ciudadanos (Lorena Roldán y Begoña Villacís), que han vuelto a sufrir los abucheos de los asistentes de la protesta y que han abandonado la marcha tras recibir también empujones y bajo la recomendación de la Policía. 

Por su parte, la portavoz del PP, también vicesecretaria de Política Social, ha reiterado la necesidad de contar con "feminismo sin etiquetas" al tiempo que ha pedido trabajar de manera conjunta para acabar con la brecha salarial y la derivada de la maternidad, además de luchar contra la violencia de género.

En cuanto a la marcha en sí, desde una hora antes se ha cortado el tráfico en el Paseo del Prado, vía que une ambos puntos de la capital y que a las 16.00 horas ha empezado a llenarse de gente. Muchas de las asistentes portan pancartas y carteles reivindicativos, llevan pintados símbolos feministas o algo de vestimenta morada, el color representativo del movimiento feminista, pañuelos e incluso pelucas de esa tonalidad.

Esa 'marea morada', tras una multigeneracional y multiracial cabecera, ha echado a andar alrededor de las 17.00 horas al grito de 'revuelta feminista' y 'que viva la lucha de las mujeres'. Tras ello, han seguido la marcha al paso marcado por una batucada con música feminista, concretamente la canción 'Solo se vive una vez' versionada.

Tras la cabecera asoman pancartas que señalan la procedencia diversa de las asistentes. "Papeles para todas, o todas sin papeles", han coreado. Por delante, la habitual furgoneta desde la que con un megáfono animan sin cesar con cánticos feministas. "Sola borracha, quiero llegar a casa", han cantado.

"Para quienes quieren seguir defendiendo el machismo y el patriarcado, aquí nos tienen a las mujeres jóvenes, a las mayores, a las mujeres que cada día se han convencido de que el feminismo es la propuesta que tienen para profundizar su condición de ciudadanas", ha indicado en declaraciones a los periodistas antes de que diera comienzo la marcha feminista de Madrid.

Ana Useros, vocera de la Comisión 8M, ha explicado que esta manifestación, que es el acto central del 8M, "es el escaparate de las reivindicaciones". Este año son "muchas", tal y como ha dicho, pero ha destacado la educación afectivo sexual porque es la "única manera de garantizar la libertad sexual de las mujeres". "Juntas somos más fuertes. Hoy ha habido más de mil movilizaciones en España", ha remarcado Lina, también vocera del 8M, destacando lo "amplia y diversa" que es la manifestación.

Sobre las 17.45 horas, la cabecera ha bordeado la Plaza de Cibeles para enfilar por la Gran Vía, en dirección al destino final: Plaza de España. "Machismo criminal, justicia patriarcal", han cantado desde allí. Precisamente, junto a Cibeles un grupo de batucada ha cantado el lema del feminismo chileno que ha dado la vuelta al mundo 'Un violador en tu camino', junto al edificio del Ayuntamiento de Madrid. Denunciaban que la fachada del consistorio no estuviera iluminada de color morado, aunque las luces se encendieron finalmente, en torno a las 19.00 horas.

Fueron varios los grupos que al pasar por delante del Ayuntamiento de Madrid increparon a su alcalde, José Luis Martínez Almeida, gritando "Almeida machista, estas en nuestra lista" y "Almeida carapolla".

En la plaza de la fuente, la cabecera de la manifestación había hecho una primera parada, en la que Mari Carmen se ha lanzado a entonar un chotis feminista. "He venido a protestar y a pedir unas pensiones dignas, y la libertad de las mujeres", ha recalcado a Europa Press la feminista, que ha permanecido en la cabecera de la marcha.

"No son arrebatos, son asesinatos", han coreado las asistentes mientras avanzaban hacia el edificio Metropolis de la capital, con algunas dificultades por la abundancia de gente que estaba en los laterales observando el paso de la manifestación, cuyo destino final en Plaza de España. Al grito de "No estamos todas faltan las asesinadas", han seguido andando. Entre los cánticos coreados, no ha faltado el 'No es No', habitual durante las manifestaciones contra la polémica sentencia de 'La Manada' que tuvieron lugar durante 2018. "Sola borracha quiero llegar a casa", se ha exclamado también.

Mientras, las decenas de voluntarias que formaban el cordón de seguridad alrededor de la pancarta continuaban animando la marcha desde la megafonía, cabecera de la manifestación, que ha marchado con ambiente de festival, como es habitual. Desde allí, no han parado de gritar consignas de todo tipo, este año poniendo especialmente el foco en que la lucha "se hace desde todas las latitudes", tal y como señala el lema "feminismo sin fronteras' elegido este año.

Aldara, una joven madrileña, ha acudido a la movilización con su hija Daniela, de 4 años, que portaba una pancarta con el lema 'Sola, con falta, quiero llegar a casa". "El futuro tiene que ser suyo", ha remarcado. "Las jóvenes tienen mucho que pelear aún, queda mucha lucha por delante", ha explicado Adelina, de 64 años, que lleva tres años acudiendo a la manifestación de Madrid.

Este año el feminismo acude a la manifestación en medio de un debate entre dos corrientes y también se ha dejado notar entre las participantes. Así, desde el Colectivo de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) han asegurado que ven con "vergüenza" el movimiento "transexclusivo" que ha nacido entre del movimiento feminista. "Las mujeres trans también son mujeres", han denunciado a Europa Press la vocal de cultura, Yolanda Cosgaya.

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