Controles exhaustivos en el Bidasoa

De Canarias a Irún: los inmigrantes se acumulan para 'saltar la valla' a Francia

La avalancha de subsaharianos en la ciudad fronteriza guipuzcoana levanta acusaciones  contra el Gobierno por “financiar” los viajes para “limpiar de negros Canarias” en la campaña de Semana Santa.

Cientos de inmigrantes han llegado a Irún y esperan cruzar hacia Francia, que ha cerrado la frontera.
Cientos de inmigrantes han llegado a Irún y esperan cruzar hacia Francia, que ha cerrado la frontera.
EFE

"En mi país (Malí) sólo guerra. No futuro para nadie. Yo, patera a Canarias, luego Málaga y ahora aquí. Ahora Francia, pero no se puede". Moussa dice tener 27 años y lleva ya unos días en Irún, la ciudad fronteriza con Francia que desde hace diez días está recibiendo un constante flujo de migrantes subsaharianos provenientes de Canarias que pretenden seguir su camino hacia Francia donde les esperan familiares o amigos y el anhelo de una vida mejor

Pero Macron ha blindado sus fronteras. La presión migratoria se ha trasladado del muelle de Arguineguín (Canarias) a Irún, en la frontera con Francia. "Normalmente hasta aquí llegaban unas 300 personas al mes y ahora, en los últimos días, han llegado esas mismas 300 personas", cuenta Ion Aranguren, de la organización ‘Red de Apoyo de Irún’, que desde 2018 presta ayuda a los migrantes en tránsito por la localidad fronteriza.

Tanto desde el Gobierno vasco como por parte de ayuntamientos de la zona se han activado todos los recursos disponibles: albergues, polideportivos, frontones o gimnasios de institutos para atender a estos migrantes, unos cien al día, de los que alrededor de un 15% son mujeres (algunas embarazadas y con hijos pequeños), que pernoctan en los diferentes recursos disponibles. "Hasta ahora hemos podido atender a todo el mundo, darles cama, comida, agua, un kit básico de ropa, mascarillas y nadie se ha quedado a la intemperie", cuenta el director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta

"No sabemos si va a llegar gente nueva o si van a regresar personas que han intentado cruzar a Francia sin éxito. Lo que es seguro es que en las próximas semanas el flujo de personas que llegue de Canarias va a ser constante y nuestro objetivo es no dejar a nadie en la calle y dar respuesta a un momento de excepcionalidad", añade.

Para la mayoría de estas personas procedentes del África subsahariana, Irún sólo es un lugar de tránsito en su camino hacia Francia o, en menor medida, Bélgica, pero el presidente de la República francesa ha cerrado incluso varios pequeños pasos fronterizos con España, por las alertas antiterrorista y sanitaria debido a la Covid 19 y quién sabe si también por dar una imagen de fuerza y control de cara a las elecciones regionales que se celebrarán en el país vecino del 13 al 20 de junio. "Francia, pese a que su frontera con España está dentro del espacio Schengen y en ella, teóricamente, debería haber libre circulación de personas, lo cierto es que los controles desde hace tres meses son las 24 horas al día, los siete días de la semana", aseguran desde Irún. "Ha habido hasta exhibiciones de fuerza en las proximidades de la frontera con drones, cámaras de infrarrojos, etc, para controlar la inmigración".

Así, las devoluciones en caliente de migrantes por parte de la policía francesa desde el otro lado del río Bidasoa se suceden una tras otra. Moussa, desde el lado español del puente internacional, a apenas cien metros de territorio francés, reconoce que, en los cinco días que lleva en Irún ha intentado pasar la frontera dos veces y otras tantas ha sido rechazado por la policía gala y ‘devuelto’ a España. Desde la Red de Apoyo de Irún, hablan de controles "racistas" por parte de la policía francesa: "La frontera está abierta para todo el mundo menos si eres negro o árabe", dicen. Lo cierto es que la situación ha creado un ‘tapón’ migratorio en Irún, que parece que no ha hecho nada más que empezar, porque para este mismo fin de semana las autoridades autonómicas esperaban otra llegada masiva de migrantes, que podría desbordar los recursos sociales preparados, pese a los esfuerzos en ese sentido que se están llevando a cabo.

Ante esta avalancha migratoria, en Irún y en todo Euskadi en general, se hacen una pregunta: ¿Cómo es posible que estas personas puedan viajar desde Canarias hasta Irún -2.400 kilómetros de distancia y océano Atlántico mediante- sin recursos económicos, sin papeles y en un país con sus regiones y fronteras teóricamente perimetradas y vigiladas por la alerta sanitaria? En este sentido, el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, señalaba que "no parece fácil desplazarse desde Canarias a la península para personas que no tienen documentación ni recursos por lo que hay alguna organización institucional que permite esa movilidad". 

Desde la Red de Apoyo de Irún son más tajantes: "Están vaciando y desalojando Canarias de migrantes porque no queda bien que las islas estén llenas de negros para la foto turística de Semana Santa", asegura Jon Aranguren. Lo cierto es que según los datos ofrecidos este jueves por el Diputado del Común, Defensor del Pueblo de Canarias, Rafael Yanes, a Canarias llegaron 23.023 personas migrantes en 2020, a las que si se suman las que arribaron a finales del año 2019 y a principios de este 2021 alcanzan los 28.000 inmigrantes, "de los que unos 20.000 ya han sido derivados o trasladados a la península". Así, actualmente hay en Canarias unas 8.000 personas en situación irregular, de las que 6.000 son adultos y 2.666 menores. 

De ellos, "2.000 son atendidos por el Gobierno regional, 500 por los cabildos insulares y otros 100 están siendo derivados a diferentes comunidades". El propio Yanes, al igual que el Gobierno canario, rechazaban esta semana que se estén desalojando las islas de migrantes por la Semana Santa, pero el hecho cierto es que el flujo de personas llegadas desde Canarias a la península y luego a Irún es constante y se ha intensificado en los últimos días.

"Lo que está ocurriendo estos días obedece a una decisión política", consideran desde la ONG de apoyo a los migrantes en Irún. "No sabemos si lo que sucede es que las autoridades políticas han visto que lo que sucede en Canarias es un horror y si en un principio la política que se decidió era hacer de Canarias la ‘Lampedusa’ española y ahora han decidido cambiar de política migratoria; o es sólo, que es lo que nos tememos, para salvar la Semana Santa. Lo que está claro que a estas personas las está sacando de Canarias el Gobierno", sentencia Jon Aranguren, de Irungo Harrera Sarea.

En diciembre pasado, a raíz de varias imágenes en las redes sociales de vuelos entre Canarias y la península llenos de migrantes, el Gobierno, en concreto el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que dirige José Luis Escrivá, reconoció los traslados de inmigrantes desde Canarias a la península, aunque sólo "los de personas en situación de vulnerabilidad". El martes 15 de diciembre el Ejecutivo aprobó en Consejo de Ministros una subvención de 30 millones para Cruz Roja por su gestión de diversos recursos de atención a migrantes en Canarias y, entre otras cosas, para sufragar los viajes a la península de los inmigrantes que se encontraran en condiciones de vulnerabilidad. 

En este sentido, desde Cruz Roja española, se aseguraba éste jueves a La Información, que "la política migratoria depende del Gobierno y nosotros nos limitamos a la ayuda humanitaria, nada más". Incluso, desde Cruz Roja de Gipuzkoa y en referencia a la situación creada en Irún, se asegura que "nosotros no estamos aquí para valorar una situación sino para prestar ayuda humanitaria y el mensaje es que estamos preparados para poder ofrecer esa ayuda a los migrantes que lleguen a Irún".

El Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande MarlaskaEso se mostró crítico con el cierre de algunos pequeños pasos fronterizos llevados a cabo por Francia en Euskadi, Navarra y Cataluña porque para el ministro, la seguridad debe garantizarse en las "fronteras exteriores" de la Unión Europea, no entre países miembros, a la vez que dijo que los cierres deberían acabar el 30 de abril. Mientras, desde la Secretaría de Estado de Migraciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que dirige Hana Jalloul, sí se reconocen los traslados, "selectivos", de migrantes desde Canarias a la península, "en aquellos casos en los que las personas migrantes tienen una necesidad específica que precisa de atención en centros concretos (víctimas de trata, personas enfermas…)". 

Moussa sigue en Irún esperando poder ‘saltar la valla’ de Francia. Y cada día llegan más 'Moussas' en un goteo sin final. Es el "terrible drama de miles de personas, jóvenes sobre todo, que huyen de África en busca de una nueva vida y llegan hasta aquí esperando pasar la frontera cuanto antes. Estos días se ha intensificado el paso y las instituciones estamos intentando dar la respuesta humanitaria que se necesita. No es fácil. Ayudaría mucho que Europa actuara con unidad. Se agradecería infinito en esta comarca del Bidasoa donde cada vez, tristemente, hay más frontera", dice el alcalde de Irún, José Antonio Santano (PSE-PSOE).

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