Legisladores de EEUU dan pasos contra el embargo a Cuba, gran escollo bilateral

  • Inspirados por el acercamiento entre Washington y La Habana y las encuestas, un grupo minoritario de legisladores estadounidenses intenta romper el embargo contra Cuba, lanzando una ofensiva contra la dura resistencia política a acabar con décadas de sanciones comerciales a la isla.

Desde que los presidentes de ambos países anunciaron en diciembre su decisión de restablecer las relaciones diplomáticas y acabar con medio siglo de hostilidades, congresistas demócratas y republicanos han introducido una veintena de iniciativas en la Cámara de Representantes y el Senado para desenredar el ovillo legal del embargo vigente desde 1962.

Para Geoff Thale, del centro Washington Office on Latin America (WOLA), "el interés de los grupos que favorecen que el embargo termine se ha reanudado, logrando un cambio en el clima político y mostrando que ya no es costoso pronunciarse a favor del fin del embargo".

"Pronto veremos un apoyo bipartidista en las dos Cámaras del Congreso", que controlan los opositores republicanos del presidente Barack Obama, asomó el experto a la AFP.

Hubo señales de ello en junio cuando tres enmiendas que abren la puerta al restablecimiento de los viajes a Cuba, la financiación de exportaciones agrícolas y que facilitarán la operación de barcos en puertos de ambos países, fueron aprobadas en la Comisión de Asignaciones Presupuestarias del Senado.

Y a finales de julio, el congresista republicano Tom Emmer presentó, con apoyo de una colega demócrata, el proyecto de 'Ley de Comercio con Cuba', luego que una medida similar entrara en la cámara alta.

De aprobarse, sería un golpe certero al corazón de la maraña legal del embargo.

Dejaría sin efecto las sanciones contra empresas estadounidenses que negocien con Cuba y países que presten asistencia a la isla, y eliminaría los condicionamientos al régimen de La Habana a que implemente reformas democráticas.

Leyes para exportar a Cuba equipos de telecomunicaciones o gas y petróleo, abrir los viajes a la isla a todos los estadounidenses o permitir que beisbolistas cubanos jueguen en las Grandes Ligas: otras iniciativas contra aspectos del embargo siguen el mismo camino paralelo en las dos cámaras del Congreso.

El embargo es uno de los principales y más duros escollos para la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que sellarán su acercamiento diplomático este viernes cuando el secretario de Estado, John Kerry, reabra formalmente la embajada estadounidense en La Habana.

Criticado durante bastante tiempo por la derecha por impedir a las empresas estadounidenses el acceso a un mercado potencial de 4.300 millones de dólares, según analistas, y por la izquierda por dañar los intereses de Washington en América Latina, el embargo es cada vez más impopular.

Un 72% de los estadounidenses apoyaba el fin de las sanciones en julio, por encima de un 66% en enero, según un estudio del Pew Research Institute. El respaldo es mayoritario inclusive entre los republicanos más conservadores.

Pero en el Congreso las medidas contra el embargo por ahora no tienen muchos defensores y la plana mayor republicana, que alega que Washington ha dado demasiadas concesiones a La Habana sin exigir nada a cambio, rechaza llevarlas a votación.

El líder del Senado, el republicano Mitch McConnell reafirmó la "oposición sustancial en el Congreso" a esas medidas, y el presidente de la cámara baja, John Boehner, ha dicho que ese cuerpo no revisará el embargo hasta "que los cubanos disfruten de la libertad y no un segundo antes".

Además, congresistas críticos al plan de Obama han contrarrestado con proyectos de ley para garantizar los derechos humanos en la isla o condicionar cualquier apertura al pago de compensaciones por las propiedades estadounidenses estatizadas.

El intento de derrumbar el embargo "no va a llegar a nada", dijo a la AFP Frank Calzón, director del Center for a Free Cuba, una organización opuesta a la normalización de relaciones con la isla.

Para William LeoGrande, experto en Cuba de la American University, la "gran batalla para levantar el embargo no llegará hasta 2017" con una nueva legislatura y un nuevo presidente, escribió esta semana en el World Politics Review.

La administración de Obama sin embargo insiste que el fin del embargo acelerará los cambios sociales y económicos en Cuba.

Katherine Vargas, portavoz de la Casa Blanca, recomienda a los congresistas viajar a Cuba durante el receso estival. "Para ver de primera mano cómo nuestra política está creando nuevas oportunidades" para mayores libertades y prosperidad en la isla, dijo a AFP.

Pero posiblemente sea difícil para la Casa Blanca convencer por sí sola a los congresistas.

"La llave de todo eso la tiene Raúl Castro", señaló Calzón.

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