Líbano apoya los esfuerzos destinados a poner fin a la violencia en Siria

Beirut.- El primer ministro libanés, Nayib Mikati, aseguró hoy que el Líbano apoya los esfuerzos destinados a acabar con la violencia en Siria y condena los asesinatos de civiles en ese país, pero defendió su postura en el Consejo de Seguridad de la ONU.

"La no injerencia en los asuntos internos sirios y el apoyo a los esfuerzos desplegados para poner fin a la violencia (en Siria) definen la postura del Líbano", afirmó Mikati durante la reunión del Consejo de Ministros.

Líbano se abstuvo el pasado 3 de agosto de votar una declaración presidencial del Consejo de Seguridad de la ONU que condenó al régimen sirio por la violenta represión ejercida contra la población civil, al considerar que el texto no abordaba "la actual situación" de Siria.

Mikati insistió en la importancia de un "diálogo equilibrado y constructivo, que conduzca a las reformas deseadas", lo que, a su juicio, ayudará a "responder a las aspiraciones del pueblo y a lograr la estabilidad y seguridad".

"La postura del Líbano en el Consejo de Seguridad (de la ONU) es el resultado de estas certidumbres", agregó Mikati.

Según el primer ministro, "la postura del Líbano es un mensaje al mundo árabe y a la comunidad internacional para que lo que está sucediendo en Siria sea tratado de modo que permita garantizar la seguridad duradera y las reformas prometidas en lugar de complicar la situación".

"Aquellos que lanzan críticas deben cesar de explotar la actual situación para beneficiarse políticamente ya que lo esencial es proteger el Líbano de las repercusiones de los sucesos regionales y reforzar nuestra escena interna", subrayó.

Mikati aludió de esta forma a la oposición, liderada por el ex primer ministro Saad Hariri, que acusan al actual gobierno de apoyar al régimen de Bachar el Asad en detrimento del pueblo sirio.

De hecho, Hariri, instó hoy a las autoridades libanesas a apoyar al pueblo sirio frente a la represión y señaló que las últimas posturas árabes protegerán la unión de Siria.

Desde este fin de semana, los líderes árabes han salido de su mutismo y pedido, en términos firmes, a las autoridades de Damasco poner fin a la represión contra los civiles, y Arabia Saudí, Kuwait y Baréin han llamado a consultas a sus embajadores en la capital siria.

Además, para Hariri la condena reciente del Consejo de Cooperación del Golfo y de la Liga Árabe son "una incitación al gobierno libanés para que tome consciencia de este momento histórico".

"Las relaciones fraternales privilegiadas con Siria necesitan que los libaneses expresen su solidaridad con el pueblo sirio en estos momentos difíciles por los que atraviesa", agregó Hariri.

La situación en Siria, que mantuvo una presencia militar de tres décadas en el Líbano, provoca discrepancias entre los libaneses ya que algunos estiman que ese país es víctima de un complot occidental, mientras que otros argumentan que hay que terminar con las dictaduras.