Medidas frente al coronavirus

Sustituir coches por mesas de terraza: el plan de Madrid para salvar la hostelería

El Ayuntamiento prevé reducir plazas de parking para que bares y restaurantes puedan ampliar sus zonas de acción en zonas de calzada

Terrazas en el barrio de Lavapiés de Madrid
Sustituir coches por mesas de terraza: el plan de Madrid para salvar la hostelería
EFE

Los coches pueden empezar a tener los días contados en algunas zonas de Madrid tras la crisis del coronavirus. Pero no será por un impulso a las medidas anticontaminación. Tampoco por una apuesta radical por la bicicleta. Las responsables de arrebatar espacio a los vehículos particulares serán las mesas de las terrazas de los bares y restaurantes, a los que el Ayuntamiento quiere respaldar con decisiones para ampliar su radio de acción todo lo posible. Para ello, se va a permitir a los hosteleros que lo soliciten que utilicen las plazas de aparcamiento para vehículos que están en la calzada. Algo que facilitará a los locales que lo pidan disponer de un espacio que en otras circunstancias no ibas a estar disponible. 

Esta medida ya ha empezado a aplicarse en distritos como Chamberí, y se irá aumentando en base a las peticiones que realicen los dueños de los negocios de restauración a las Juntas de Distritos, según explican fuentes del consistorio madrileño a La Información. Esto puede suponer un desahogo para un gran número de locales que, o bien tenían pocas mesas y contaban con una alta demanda de clientes desde que se permite consumir al aire libre, o no contaban con capacidad por carecer de licencia o de espacio cercano en el que colocar el material necesario. Una problemática que ya estaban afrontando muchos negocios del sector, ya que su modelo no contaba con ingresos gracias a la terraza. O si los tenía, eran mínimos.

La decisión del ayuntamiento que lidera José Luis Martínez-Almeida llega tras la insistencia de los hosteleros en que se les permitiera ampliar su espacio para colocar más mesas. El problema es que en muchos casos se invadía la totalidad de las aceras o se sobrepasan los límites que marcaba la licencia, lo que supuso que la pasada semana se multara al 41% de establecimientos que fueron inspeccionados por la Policía Municipal. Ahora, se ofrece esta posibilidad al sector para evitar situaciones como las anteriores. Y que servirá para evitar las aglomeraciones de mesas, que cumplían por poco con la distancia que se requiere, y las colas que se han formado estos días por parte de los clientes que querían disfrutar de esta actividad. 

De los peatones al resto de tiendas

Pero esta ventaja para bares y restaurantes puede generar otros problemas. La primera será para los dueños de los vehículos que tuvieran una zona de aparcamiento cercana a su hogar en una de las zonas habilitadas para ello. Las opciones de aparcar en los alrededores estarán limitadas, ya que la condición para poner una terraza en los aparcamientos de la calzada es instalar una plataforma que esté a la altura de la acera, como se ha hecho históricamente. La otra cuestión conflictiva es la de los vecinos y los viandantes, que ya han visto cómo las aceras empezaban a estar invadidas por mesas y ahora tampoco podrán esquivarlas desde el poco margen que dejan los coches y motos aparcados.

Los comerciantes que no se dedican a la hostelería son otro de los grupos que ha protestado por esta ampliación masiva de terrazas. El temor a que la permisividad con la restauración se tradujera en que tuvieran mesas delante de sus puertas y escaparates estaba detrás de estas reticencias. A lo que se suma que ya hubo quejas formales al consistorio porque sus usuarios apenas contaban con espacio para esperar la cola obligatoria por las restricciones de aforo existentes en la fase 1 y que continuarán en las siguientes y en la 'nueva normalidad'. Para que no se discrimine a un sector para beneficiar a otro, el Ayuntamiento de Madrid ya estudia medidas para que las tiendas de ropa y otros comercios puedan contar con ciertas ampliaciones de espacio.

Fuentes municipales consultadas por esta redacción apuntan a que el sector ha hecho "mucha presión" para que se lleven a cabo medidas como estas. Unas prácticas del "lobby de los hosteleros" que respondían a su insistencia en que la única manera de salvar a gran parte de los negocios sería, nunca mejor dicho, que hubiera una barra libre para sus intereses. El equipo de gobierno de Almeida se negó a aceptar todas estas exigencias, aunque finalmente ha acabado cediendo en algunas como la de los parking. Además, las peticiones de locales para acoger a clientes al aire libre se han disparado. Y hasta 257 negocios han pedido modificar su terraza para ampliar o adecuar el espacio que tenían hasta ahora. 

Entre las concesiones a la hostelería y la compensación al resto de autónomos o empresas con comercios, las dudas están en cómo se va a compatibilizar eso con los viandantes. Hasta el momento, el Ayuntamiento madrileño ha impulsado peatonalizaciones provisionales los fines de semana en algunos puntos de la ciudad. Pero la problemática está en cómo moverse en puntos donde no se aplica esta medida. Sobre todo si, por un lado, hay mesas de terraza en calzada y aceras, y por otro, hay colas formadas para acceder a las tiendas. El consistorio no tiene entre sus planes por el momento que ciertas vías pasen a ser exclusivas para peatones. Pero sí quiere dar un impulso al transporte público con 45 carriles bus nuevos que estarán terminados a finales de junio.

Mostrar comentarios