La reunión de dos horas entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid se saldó con la nueva hoja de ruta que permitiría al Ministerio de Sanidad intervenir en ciertos municipios. El acercamiento entre ambos gobiernos fue claro. Solo 24 horas después, la autoridad madrileña ha reculado y ha dejado caer que podría negarse a un confinamiento de toda la capital. No todo está sellado. El consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, exigirá esta tarde al Ministerio criterios técnicos y aval jurídico para acordonar diez de sus municipios, según han confirmado fuentes de la Consejería a La Información.
Apenas una nota al margen del comunicado que ha publicado la CAM ha servido para tambalear el acuerdo. "Se debe tener en cuenta que la ciudad de Madrid es un conjunto de 21 distritos, de los que 18 superan los 100.000 habitantes, y por tanto, los índices no se pueden aplicar, en su conjunto, a toda la ciudad". El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso abría así la puerta a un golpe encima de la mesa del Consejo, que dinamitaría la nueva estrategia del Ministerio y elevaría el riesgo de un efecto dominó entre otras CCAA, muchas de las cuales ya han mostrado sus diferencias con los planes del Gobierno.
"Se precisa conocer la base científica y técnica que avala el nuevo criterio de los 500 contagios por cada 100.000 habitantes que propone el Ministerio de Sanidad", reza el comunicado madrileño que apunta a las especificidades de la red asistencial regional, "En el caso de la Comunidad de Madrid, especialmente, deberá de tenerse en cuenta el criterio de capacidad de elasticidad en camas de hospitalización y de puestos de UCI". Así, Madrid alega la capacidad que desdoble que demostró el SERMAS en primavera, una fortaleza que pretende apuntalar con la inauguración del hospital de emergencias de Valdebebas.
El alegato de Madrid abre nuevos frentes y confirman que Sanidad aún tendrá que lidiar con las exigencias autonómicas para aplicar su estrategia de control para frenar el avance del virus. "La Comunidad de Madrid pide criterios objetivos y claros para todas las Comunidades Autónomas pero que no se ciñan solo a los tres indicadores conocidos en las últimas horas. Estos parámetros deben ampliarse dentro del diálogo con todas las consejerías de Sanidad de España".
Por el momento y de acuerdo con los tres criterios que definió el departamento de Salvador Illa, solo una decena de núcleos madrileños se verían afectados por la intervención del Estado en todo el país. En concreto y aparte de la capital, el Ministerio estrecharía el cerco sobre Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz. El ministro Illa ya anticipó ayer los tres indicadores básicos que guiarían la intervención de la cartera, pero no ha sido hasta este mediodía, poco antes de la reunión definitiva, cuando la CAM ha trasladado sus dudas respecto a una hoja de ruta que, de entrar en vigor, afectaría de lleno a su territorio.
Madrid apela al "consenso" para restringir derechos
La CAM ha insistido en que será la "lealtad institucional" la que guíe su apoyo al plan de Sanidad. "El compromiso de colaboración, trabajo conjunto y lealtad institucional seguirán siendo los principios que guiarán las propuestas que defienda el Gobierno regional en la reunión que se mantendrá esta tarde en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que recoge un único punto del orden del día muy general: análisis y situación del Covid-19". La negociación ya se planteaba cuesta arriba para la cartera de Illa. Las recientes dudas de Madrid sobre acordonar la capital en su totalidad aumentan las posibilidades de que la estrategia haga agua.
Una vez más, la pandemia pone en la balanza Salud Pública y libertades fundamentales. Así lo recuerda la Comunidad. "Entendemos que, para lograr los fines deseados, y teniendo en cuenta que estamos hablando de derechos fundamentales y libertades de millones de personas que esos criterios van a restringir, según el artículo 7 del reglamento de este órgano, sería necesario crear una comisión de diálogo con criterios técnicos y científicos, y también legales. Además, el reglamento apela directamente al consenso y los convenios como la herramienta fundamental para trabajar".
El borrador, fruto del encuentro entre la autoridad madrileña y el Ejecutivo central, recoge los criterios y restricciones que serán aplicados a raíz de la evaluación del departamento de la situación epidemiológica de cada zona. Pero no todo está sellado. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), donde están representadas todas las CCAA, se reúne esta misma tarde para decidir si la aplicación del documento sigue adelante. Fuera del territorio madrileño, ciudades como Logroño y La Rioja son dos de los pocos ayuntamientos que se encuentran próximos a los indicadores pautados.
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