Mas perfila un Govern de continuidad, condicionado por el encaje de Homs

Barcelona, 21 dic.- El presidente electo de la Generalitat, Artur Mas, empieza a perfilar su segundo Govern que, a priori, tendrá pocas caras nuevas y estará condicionado por el papel que finalmente acabe asumiendo el hasta ahora portavoz, Francesc Homs, y la influencia que ERC pueda tener en los perfiles de los consellers.

En campaña electoral, Mas ya descartó muchos cambios en el Govern porque, dijo, "funciona y es joven", pero, a diferencia de su primer ejecutivo formado en 2010, el nuevo deberá adaptarse a los acuerdos entre CiU y ERC de divulgar la consulta de autodeterminación en el extranjero y de internacionalizar la economía catalana.

Según diversas fuentes de CiU, las relaciones exteriores deberán tener un rango de conselleria en un departamento amplio que incluiría otros ámbitos como la promoción económica, la investigación y las universidades, que podría dirigir Andreu Mas-Colell.

Homs, por su parte, podría ser el hombre fuerte del gobierno con una conselleria de Presidencia, desde la que asumiría la figura de coordinador de diversos departamentos, además de mantenerse como portavoz o que el nuevo dependa de su departamento.

Ante una legislatura con el doble objetivo de la recuperación económica y la celebración de la consulta, Mas prevé contar con una figura de coordinación del día a día del Govern para poder dedicarse más al proceso de la consulta, que requerirá de acciones de cara al exterior y de negociación con el Gobierno central.

Algunas de las fuentes consultadas esperan que se mantenga a Joana Ortega como vicepresidenta o en una cartera equivalente, aunque está por ver cómo se compatibiliza con la posición de Homs.

ERC, que apoyará a CiU durante la legislatura en muchas de las iniciativas parlamentarias, no ha querido entrar en el ejecutivo y, según fuentes republicanas consultadas, sólo reclama ser consultado para constatar que los escogidos concuerdan con los objetivos de legislatura, sin voluntad de vetar.

Se prevé que antes de anunciar el Govern, Mas mantenga, al menos, una conversación telefónica con el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, para comentar el nuevo ejecutivo, según han explicado fuentes de la federación.

Josep Maria Pelegrí está dispuesto a repetir como conseller de Agricultura, aunque algunas fuentes apuntan que no le disgustaría dedicarse únicamente al partido, por la elevada carga de trabajo de compaginar la dirección de un departamento de la Generalitat y el cargo de secretario general de UDC, lo que podría dar entrada en el ejecutivo a Ramon Espadaler.

No obstante, Espadaler acaba de ser nombrado portavoz adjunto de CiU en el Parlament, cargo para el que no parece haber recambio en UDC, según las fuentes consultadas.

Tras el conflicto por el papel de los Mossos d'Esquadra durante la pasada huelga general, Felip Puig, que presentó su dimisión como conseller de Interior y Mas la rechazó, podría repetir, puesto que es de la confianza del presidente catalán y está considerado por CDC como uno de sus mayores activos.

Otro de los puntales de CDC, el conseller de Territorio, Lluís Recoder, también continuaría en el Govern, así como el titular de Bienestar y Familia, Josep Lluís Cleries, muy respetado en sectores sociales y que ha logrado mantener los canales de diálogo con las entidades, pese a las dificultades de la Generalitat a la hora de pagar los conciertos.

Reforzada por el frente abierto con el Ministerio de Educación, Irene Rigau revalidaría como consellera de Educación después de que el Govern e ICV, PSC y ERC la hayan apoyado en su defensa de la inmersión lingüística ante la reforma del ministro José Ignacio Wert.

En cambio, sí que todo apunta a que abandonarán el Govern el conseller de Salud, Boi Ruiz, muy desgastado por una política de ajustes que desagrada a ERC, al igual que el conseller de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena.

Tampoco se prevé que continúe la consellera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, una independiente puesta por Unió que se mostró contraria a cuestiones soberanistas cuando ejercía como abogada del Estado, por lo que no gusta a ERC.