Obama descarta la necesidad de autorización del Congreso para su plan en Irak

  • El presidente de EE.UU., Barack Obama, comunicó hoy a los líderes de ambas cámaras del Congreso que no será necesaria su autorización para el plan que está trazando ante la crisis en Irak, mientras la Casa Blanca insistió en que mantiene todas las opciones sobre la mesa, incluidos los ataques aéreos.

Lucía Leal

Washington, 18 jun.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, comunicó hoy a los líderes de ambas cámaras del Congreso que no será necesaria su autorización para el plan que está trazando ante la crisis en Irak, mientras la Casa Blanca insistió en que mantiene todas las opciones sobre la mesa, incluidos los ataques aéreos.

Obama conversó durante alrededor de una hora con los principales líderes republicanos y demócratas del Congreso estadounidense sobre la situación en Irak, donde el grupo yihadista del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) amenaza con llegar a Bagdad.

"El presidente básicamente nos informó de la situación en Irak y nos indicó que no cree que vaya a tener ninguna necesidad de autorización por nuestra parte para los pasos que pueda tomar", dijo a los periodistas el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, tras la reunión con Obama en la Casa Blanca.

Junto a McConnell, asistieron a la reunión el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid; el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner; y la líder de la minoría demócrata en esa cámara, Nancy Pelosi.

Según la Casa Blanca, Obama aprovechó el encuentro para pedir la opinión de los legisladores sobre la crisis en Irak y les informó de los pasos que está considerando "para fortalecer la capacidad de las fuerzas de seguridad iraquíes, incluyendo las opciones para una mayor asistencia de seguridad".

El mandatario también destacó que su Administración está "urgiendo a los líderes de Irak a dejar de lado las agendas sectarias y dialogar con un sentido de unidad nacional", señaló la Casa Blanca en un comunicado.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, aseguró hoy que "la única opción que el presidente ha descartado hasta ahora es la de volver a enviar tropas estadounidenses a combatir a Irak".

Esa afirmación choca con los informes publicados en las últimas horas por varios medios estadounidenses, según los cuales el presidente desechó, al menos por el momento, la posibilidad de llevar a cabo ataques aéreos contra extremistas suníes en Irak.

De acuerdo al diario Wall Street Journal, que cita a altos funcionarios estadounidenses, es posible que Obama opte por ataques aéreos en un futuro, pero por ahora prefiere evitarlos en parte porque el Pentágono carece de datos claros sobre la localización de objetivos que puedan detener el avance yihadista.

De hecho, una fuente del Congreso indicó hoy al diario The Hill que durante la reunión en la Casa Blanca, el presidente dijo a los legisladores que no planea efectuar bombardeos con aviones tripulados sobre Irak, si bien sigue planteándose la posibilidad de ordenar ataques selectivos con drones.

Precisamente, hoy el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Hoshiyar Zebari, anunció que Bagdad ha pedido formalmente a Washington que lleve a cabo "ataques aéreos contra los grupos terroristas" basándose en el acuerdo de seguridad firmado entre ambos países.

Pero en el proceso de decisión, en la Casa Blanca y el Pentágono cobra cada vez más importancia la exigencia de medidas políticas al Gobierno iraquí del chií Nuri al Maliki, visto por Washington como el principal responsable del aumento de la tensión sectaria en Irak.

En una comparecencia ante el Congreso, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, achacó hoy la crisis iraquí a la actitud del Gobierno de Al Maliki, que ha "fallado a su gente" al perder el control de amplias zonas frente a las milicias extremistas suníes.

Por tanto, Obama quiere que su paquete de respuesta ante la crisis incluya una exigencia al Gobierno de Al Maliki de tomar medidas políticas para mejorar el clima en el territorio iraquí, y busca contar para ello con el apoyo de países de la región.

La situación en Irak empeoró hoy con un ataque contra Biyi, la principal refinería de crudo del país, pero la Casa Blanca quiso aplacar los temores de que la crisis pueda afectar las exportaciones de petróleo iraquíes.

"Hasta este punto no hemos visto grandes trastornos en el suministro de petróleo en Irak", aseguró Carney.

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