Oposición angoleña denuncia descontento y pide a España que apoye democracia

Madrid, 16 may.- El principal partido de la oposición en Angola UNITA, pidió hoy a parlamentarios españoles que apoyen el proceso democrático en el país africano al advertir que el creciente descontento popular puede desencadenar un conflicto social.

El líder de UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), Isaías Samakuva, se reunió hoy en el Congreso de Diputados de España con varios parlamentarios a los que pidió una postura clara, reflejada en declaraciones y resoluciones de la Cámara baja, a favor de la democracia en su país.

En declaraciones a los medios de comunicación Samakuva, explicó que se encuentra de gira por Europa con el objetivo de denunciar que la estabilidad en Angola es sólo "aparente", porque, según dijo, los beneficios del crecimiento económico no llegan al pueblo, de lo que culpa al actual gobierno, encabezado por José Eduardo dos Santos.

El crecimiento económico "solo beneficia a un grupo de dirigentes que están en el poder", lamentó.

Samakuva advirtió de la posibilidad de que el descontento del pueblo angoleño desemboque en un estallido social similar al de la primavera árabe en Egipto, y que eso termine por dar lugar a un nuevo conflicto en un país que ya ha sufrido una larga guerra civil.

"Estamos pidiendo calma porque eso puede dar lugar a un conflicto que no queremos ver más en Angola después de muchos años de guerra", recalcó el líder de UNITA.

El político angoleño se mostró confiado en que los diputados españoles impulsen medidas para favorecer que el proceso democrático en Angola continúe avanzando y "haya beneficios claros para el pueblo".

En la reunión estuvieron presentes varios diputados del conservador Partido Popular (PP) -en el Gobierno-, socialistas del PSOE, y nacionalista catalanes (CiU) y vascos (PNV), que se han comprometido a estudiar en el marco de la Comisión de Exteriores del Congreso las peticiones de la oposición angoleña.

A continuación, la delegación angoleña visitó el Senado español, donde fue recibida por el presidente de la Cámara Alta, Pío García-Escudero.