Otegi: “si apostar por las vías democráticas es delito, soy culpable”


El exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi aseguró hoy que se sienta en el banquillo de los acusados únicamente por tratar de conseguir que la izquierda abertzale pasase de “combinar la lucha armada con la política” a utilizar “vías exclusivamente democráticas”. “Si eso es delito, soy culpable, somos todos culpables”, dijo.
Otegi hizo esta afirmación en su declaración en el juicio que la Audiencia Nacional inició hoy contra él, el exsecretario general del sindicato LAB Rafael Díez Usabiaga y otros seis procesados a los que se acusa un delito de integración en organización terrorista por su presunta participación en el proyecto “Bateragune”, con el que se intentaba supuestamente reconstruir Batasuna a las órdenes de ETA.
El acusado aseguró que este cambio de estrategia cristalizó a partir del atentado de la T4, perpetrado el 30 de diciembre de 2006 y en el que murieron dos personas. Esta acción criminal significó un verdadero “punto de inflexión” en el seno de la izquierda abertzale, cuyos miembros empezaron a entender que “la utilización de la violencia o la amenaza de utilizarla, lejos de solucionar los problemas, los enquista y los hace todavía más difíciles”.
Esta divergencia llevó, según Otegi, a una ruptura real entre la izquierda abertzale y ETA y le incitó a él y al resto de los procesados a impulsar un debate para conseguir un cambio de estrategia. “La labor que desarrollábamos tenia como objetivo instaurar una nueva estrategia en la izquierda abertzale para apostar por vías exclusivamente democráticas”, dijo Otegi
Se inició entonces un debate en el que, según reconoció, hubo sectores de la izquierda abertzale que se oponían a sus tesis y que “plantearon que su posición era la de ETA, era la conveniencia de continuar con la lucha armada”. Finalmente “ganaron” los argumentos de Otegi y se consiguió que la izquierda abertzale “abrazase nuestra estrategia”.
“ETA entiende que el proceso democrático es compatible con la lucha armada y nosotros no, esa es la diferencia fundamental”, señaló el acusado, quien reiteró que la ruptura es real, más allá de la coincidencia en los objetivos, ya que tanto la banda terrorista como la izquierda abertzale buscan “la creación de un estado vasco independiente construido desde la izquierda”.
“Si se me permite la frivolidad, es como dejar el tabaco, hay que dejarlo de golpe porque si se hace poco a poco las recaídas son frecuentes”, dijo.
JUSTIFICACIÓN DE LA VIOLENCIA
El exportavoz de Batasuna, que al contrario que los procesados que declararon antes que él si accedió a contestar a las preguntas del Ministerio Público, reconoció que hasta ese momento, hasta el atentado de la T4, la izquierda abertzale “combinaba la lucha armada con la política”. “Yo lo he hecho, no lo voy a negar, hubo una fase que, como portavoz, contextualizaba la lucha armada, intentar dar a entender el por qué de la existencia de ETA”, dijo.
Otegi explicó que los asesinatos y atentados cometidos por ETA tras la T4 mandaban a la izquierda abertzale el mensaje de que la banda terrorista seguía defendiendo “una estrategia político-militar” y que “no se había producido la maduración suficiente”.
Al hilo de esta reflexión, el acusado negó cualquier subordinación con respecto de ETA y aseguró que la nueva estrategia no fue en ningún momento consensuada ni debatida con la organización terrorista.
“No necesito tener ningún contacto con ETA porque no participo en una estrategia político-militar, ETA practica la lucha armada, yo planteo lo contrario, la sustitución de esa estrategia por un pacífica y democrática”, aseguró. Sobre el viaje que realizó en abril de 2009 al sur de Francia, que hizo saltándose la prohibición de abandonar el territorio nacional que pesaba sobre él y que según la Fiscalía sirvió para que recibiese “instrucciones de ETA”, Otegi aseguró que no se reunió con ningún miembro de la banda armada si no que se entrevistó con Jokin Etxeberría, líder de Batasuna en el país galo, para proponerle su nueva estrategia, unas tesis que asumió y trasladó a sus correligionarios franceses.
“Nuestra postura es diametralmente opuesta con la de ETA”, insistió el exportavoz de Batasuna.
ACUMULACIÓN DE FUERZAS
Con respectos a los documentos incautados a la cúpula dirigente de ETA que hablaban de la necesidad de que la izquierda abertzale llegase a acuerdos electorales con Eusko Alkartasuna y otros partidos del arco ideológico, Otegi señaló que la intención de la banda terroristas “de crear un polo soberanista se remonta a la transición”.
La Fiscalía sostiene que ETA, para facilitar el proceso, decidió combinar “parones de acciones armadas con atentados terroristas”, y ordenó a “Bateragune” la creación de un “polo soberanista” -bajo estricto control de la banda terrorista- que integrase a diferentes partidos como Aralar o EA y cuyo objetivo era formar un conglomerado que diese la impresión de haber superado la luchar armada.
Otegi dijo en este sentido que “hubiese sido un fraude hacia el pueblo vasco apoyar a ETA en una tregua temporal”. “Nosotros nos hubiésemos suicidado, la gente se sentiría frustrada, el proyecto de liberación nacional no nos lo vamos a jugar a la carta de que haya una bomba mañana o no lo haya”, señaló.
Otegi, quien se encuentra en prisión preventiva desde su detención el 13 de octubre de 2009, explicó en este sentido que era imposible una acumulación de fuerzas real sin rechazar la luchar armada.
Con el cambio de estrategia y el rechazo a la violencia, la izquierda abertzale “recuperó su base social”, demostró que su “alternativa era posible” y esto les ha llevado a obtener “unos resultados magníficos”, en referencia a los resultados electorales obtenidos por Bildu en los últimos comicios.
Otegi, Usabiaga y el resto de procesados se enfrentan a una petición de diez años de cárcel por parte de la Fiscalía, que les acusa de un delito de integración en organización terrorista. La acusación ejercida por la asociación Voces contra el Terrorismo solicita por su parte 14 años de cárcel para los acusados.

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