Alarma en las finanzas de Podemos por la 'fuga' de más del 40% de sus donaciones

Las finanzas de Podemos se encuentran en un momento trascendental. La formación liderada por Pablo Iglesias acaba de hacer pública su cuenta de resultados correspondiente a 2018 y en ella se observa cómo los ingresos provenientes de voluntarios y simpatizantes han ido disminuyendo de forma considerable en los últimos años. Es una situación que compromete a un partido que no cobra cuota a sus afiliados y que tampoco pide créditos a los bancos para financiar sus campañas electorales.

Una de las principales vías de ingresos del partido morado han sido estas cuotas voluntarias. Es decir, donaciones que con cierta periodicidad (a través de recibo domiciliado, tarjeta de crédito o transferencia) realizan personas del entorno de la formación registradas en su portal de participación. Algunas de ellas llegan de forma mensual, trimestral o anual y sirven para complementar las aportaciones que realizan los cargos públicos de Podemos.

El problema con el que se está encontrando Podemos es que estas donaciones están descendiendo significativamente. Así, en los últimos cuatro años, el partido ha pasado de ingresar 1,6 millones de euros al año por este concepto (dato de 2015 correspondiente a la irrupción de la formación a nivel nacional al alcanzar su techo de 5,1 millones de votos) a 984.000 euros en 2018. Es un 41% menos de estos ingresos voluntarios de personas ajenas a la organización, lo que implica que Podemos ha dejado de ingresar 4 de cada 10 euros que entraban en sus arcas provenientes de simpatizantes.

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Es en el 'crowdfunding' donde Podemos ha perdido más financiación. Así, en 2015 la formación liderada por Iglesias pudo ingresar hasta 421.000 euros a través de este sistema, una cifra que se ha reducido este 2018 a apenas 12.000 euros, si bien en este último año únicamente se celebraron elecciones en Andalucía. En cuanto a las domiciliaciones por recibo, los simpatizantes de Podemos han pasado de aportar algo más de 1 millón de euros hace cuatro años a 817.000 euros durante el pasado ejercicio.

En la cuenta de resultados de Podemos se puede comprobar que las finanzas del partido se mantienen gracias a los ingresos públicos que reciben. En el Reglamento General del partido se establece que "el salario de los cargos electos o de gobierno de Podemos estará indexado a dicho Salario Mínimo Interprofesional (SMI) español multiplicado por tres".

Esto se traduce en que los cargos públicos no podían cobrar más de 2.207,70 euros al mes, que recibe 14 veces al año, por sus pagas extra de verano y Navidad. Este es el equivalente a tres veces los 735,90 euros brutos del SMI (la formación no ha aplicado a este cálculo la última subida aprobada por el Gobierno durante la pasada legislatura). El resto lo donan al partido.

Así, durante 2018 Podemos ha podido ingresar 2,8 millones de estas cuotas provenientes de las aportaciones que deben realizar los cargos públicos, una cifra muy similar a la registrada en 2018, cuando recibió poco más de tres millones de euros coincidiendo con su 'boom' a nivel nacional. El resto del grueso de los ingresos llega de las subvenciones por gastos de mantenimiento que abona el Ministerio del Interior a todos los partidos. En el caso de Podemos, el año pasado recibió 18,4 millones, algo menos de los 18,9 millones de euros que ingresó en 2016.

Todos estos datos se corresponden con ejercicios en los que Podemos ha vivido su 'luna de miel'. Entraron con fuerza en los diferentes parlamentos y, por tanto, dispararon sus ingresos públicos. Pero estas aportaciones se reducirán considerablemente en 2019 debido a la pérdida de diputados nacionales y autonómicos que ha sufrido en el último maratón electoral. En las generales la formación morada se dejó 29 escaños, una sangría que se repitió aún con más crudeza en las autonómicas del 26 de mayo:

Podemos no es el único partido cuyas finanzas se están resintiendo. Tal y como publicó La Información, PSOE y PP viven una situación límite desde el punto de vista económico debido a la quiebra del Popular. El banco que ha absorbido el Santander era el principal financiador del bipartidismo, por lo que en Ferraz y Génova han tenido que agudizar el ingenio para sufragar los costes electorales de las campañas electorales de la pasada primavera. Es más, Pedro Sánchez ha tenido que imitar a Podemos y recurrir al sistema de microcréditos para poder sufragar sus mítines y desplazamientos.

Precisamente ayer el Consell Nacional de Iniciativa per Catalunya Verds decidió presentar un concurso de acreedores y un expediente de regulación de empleo ante la difícil situación económica de ICV, con una deuda de 9,2 millones, que podría desembocar en los próximos meses en una "situación de insolvencia".