La salida precipitada del Congreso de Daniel Lacalle, uno de los fichajes estrella del PP para las elecciones generales del pasado 28 de abril, tendrá dos consecuencias directas. En primer lugar, el grupo parlamentario queda descabezado en su área económica ya que él era el señalado, como número cuatro de la lista por Madrid, para ocupar un puesto de responsabilidad. Y, en segundo lugar, algo que no ha pasado inadvertido para algunos compañeros de bancada: se libra de tener que presentar la obligatoria declaraciones de bienes y rentas que todos los diputados tienen que facilitar.
El patrimonio de Lacalle era una de las incógnitas a resolver en los inicios de la XII legislatura. ¿Qué rentas tiene? ¿De cuántas sociedades forma parte? ¿Cuántas cuentas bancarias? ¿Y vehículos? ¿Cuánto declaró de IRPF el año pasado? ¿Y cuenta con inversiones? Son cuestiones que los 350 diputados que compondrán el hemiciclo tienen la obligación de presentar a los servicios del Congreso. La fecha límite, según explican diferentes parlamentarios, es el próximo lunes, día 20, por lo que el economista no tendrá que hacer el 'streaptease económico' que sí va a tener que hacer Marcos de Quinto, por ejemplo.
Precisamente ayer lunes este era uno de los temas de comentario entre los diputados que arroparán a Casado a lo largo de los próximos cuatro años. Pero esa información sobre Lacalle seguirá siendo un misterio porque ni siquiera pisará la Cámara Baja. La cúpula popular sí le ha dado cobijo en el Comité Ejecutivo y en la Fundación Concordia y Libertad, el nuevo 'think tank' de Génova.
Sin referente económico en el Congreso
El abandono de Lacalle deja al grupo parlamentario popular sin 'capitán' económico. Casado prescindió en las listas electorales de los Montoro, Báñez y Nadal y apostó por su fichaje estrella. Le encargó el programa electoral en su parte de números y le envío a defenderlo a los debates televisivos a defender las propuestas. Fue su 'gurú' antes del 28-A y todo el PP daba por hecho que iba a comandar al grupo de diputados que van a intentar torpedear la política económica del Gobierno durante los próximos cuatro años.
El fichaje de Lacalle para las listas electorales no había sentado nada bien en el PP. Ni a la vieja guardia, porque se ha prescindido de ellos, ni a la mayoría de jóvenes valores llamados a ocupar puestos de responsabilidad a corto y medio plazo. Siempre ha sido visto como un 'outsider' y en tiempos de crisis, como la que viven los populares, estas incorporaciones generan más fobias que filias.
De hecho, tal y como se contó en estas páginas, existieron movimientos de dirigentes populares para que Lacalle quedara excluido de un cargo de relevancia en el consejo de dirección del grupo parlamentario. Tampoco ha sido bien recibido el fichaje de Cayetana Álvarez de Toledo, que sí tiene previsto tomar posesión de su acta en las próximas horas, según confirman fuentes de su entorno, y cuyo destino es a día de hoy una incógnita.
Tampoco había caído especialmente bien algunas de las propuestas estrella que Lacalle lanzó durante la campaña, como la agresiva bajada de impuestos que planteaba o sus comentarios sobre el sistema de pensiones. Eran promesas electorales que generaban dudas entre otros candidatos, especialmente en el ala más moderada del PP.
¿Y quién dirigirá la economía del PP en el Congreso? Varios nombres hay sobre la mesa. El que acapara más miradas es Guillermo Mariscal, que reúne apoyos para convertirse incluso en el nuevo portavoz parlamentario en sustitución de Dolors Montserrat. También se cita al gallego Jaime de Olano, al aragonés Mario Garcés, al extremeño Víctor Píriz y a la valenciana Belén Hoyo. Todos ellos son del equipo de 'petrorianos' de Casado.
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