Carles Puigdemont sigue dando que hablar. El expresidente de la Generalitat habría alquilado una mansión de 500 metros cuadrados y por la que se pedía mensualmente 4.400 euros en la localidad belga de Waterloo, situada a unos 20 kilómetros al sur de Bruselas, según informa el periódico belga L'Echo.
La casa, de 550 metros cuadrados, dispone de seis habitaciones, tres baños, cocina con todo tipo de equipación, garaje con capacidad para cuatro coches y terraza de 100 metros cuadrados. El jardín cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados, según L'Echo.
Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a que el expresident habría renunciado a formalizar el alquiler tras su difusión en los medios de comunicación, primero belgas y luego españoles.
El rotativo belga asegura que, hasta ahora, Puigdemont había alternado su residencia en el Hotel Husa President Park, cerca del centro de Bruselas, con la casa de un amigo independentista flamenco cerca de la ciudad de Amberes. Y ahora su intención era alojarse en la calle Avocat de Waterloo.
La ciudad donde se encuentra su futura residencia se sitúa en el sur de Bélgica, Valonia, y no en Flandes, al norte, la región de los secesionistas flamencos donde Puigdemont ha encontrado algunos apoyos.
La prensa local señala que los otros cuatro exconsejeros huidos en Bélgica también podrían mudarse a la misma ciudad.
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