Rajoy no se mueve, de momento

Enrique Rodríguez de la Rubia

Madrid, 31 oct.- Después de mes y medio de ausencia en el Congreso, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tampoco ha despejado hoy la duda que lleva acechando desde hace meses en los foros políticos y económicos: si España pedirá finalmente el rescate.

"La decisión más difícil a veces es no tomar ninguna decisión", ha confesado Rajoy ante el pleno del Congreso que ha analizado este miércoles los resultados del último Consejo Europeo de Bruselas.

El jefe del Gobierno ha reconocido estar relativamente satisfecho de los avances conseguidos en la cumbre europea, a pesar de que la UE a veces se mueva de forma "desesperadamente lenta".

"Y sin embargo se mueve" ("Eppur si muove"), ha proclamado Rajoy parafraseando a Galileo Galilei cuando renunció a la teoría heliocéntrica ante la amenaza de la Santa Inquisición de pasarle por la hoguera.

Quien no se mueve de momento es el propio Rajoy en sus tesis sobre la manida cuestión de si solicitará o no la ayuda financiera de la UE para la maltrecha economía española.

Maltrecha, pero menos, según el presidente del Gobierno, que se ha sumado hoy a las distintas voces que desde su gabinete vislumbran señales de una incipiente recuperación de la economía.

Rajoy, que ha augurado que 2013 será mejor que este año, dice ver ya "cosas positivas", como el superávit en el sector exterior o la reducción en un 3,5 por ciento del déficit estructural.

Por eso y porque el Gobierno considera que están prácticamente cubiertas las necesidades de financiación hasta fin de año, él insiste en su idea de que el rescate es una opción que solamente se activará si considera que es buena para los intereses españoles.

De este modo, el presidente no ha cerrado la puerta a solicitar la ayuda financiera ante las reiteradas peticiones de información de los portavoces de los grupos parlamentarios.

Entre ellos, de forma especial el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que le ha reprochado que no hable de rescate cuando todo el mundo en Europa habla de ello en cuanto el presidente español "sale de la habitación".

Rubalcaba coincide con el jefe del Gobierno en que Europa, y España con ella, se mueven, como diría Galileo, pero "muy deprisa" en los recortes sociales, y demasiado despacio a la hora de aplicar las reformas necesarias como la unión bancaria para salir de la crisis.

De la misma opinión es la líder de UPyD, Rosa Díez, que ha afeado al presidente que acuda a las cumbres europeas para "sacar pecho" y practicar "bravuconadas de café", pero después termine arrugándose ante las condiciones que, según ella, le imponen sus socios comunitarios.

Díez no se cree que no se hablara del rescate a España durante la cumbre de Bruselas y Rajoy ha querido satisfacerla, tirando de ironía: "Señora Díez. En la cumbre nadie habló del rescate. Yo estaba allí. Si se queda contenta le digo que sí, pero sepa que no es cierto".

De lo que nadie ha hablado durante este debate ha sido del futuro de Cataluña a pocas semanas para las elecciones autonómicas.

Tampoco el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, en el día en que se ha conocido una carta enviada a la dirección de su partido, UDC, en la que reconocía que es "casi imposible" que Cataluña pueda convertirse en un Estado independiente dentro de la UE.

Duran se ha limitado a echar en cara a Rajoy que rescate a las entidades financieras, pero no a las personas que "lo están pasando mucho peor que los bancos".

Las referencias a Cataluña han llegado después, ya en la sesión de control que se ha celebrado justo después, cuando el jefe del Gobierno ha advertido, en respuesta a una pregunta de ERC, de que "nunca se ha hecho nada positivo rompiendo la baraja", en referencia a las aspiraciones independentistas del presidente catalán, Artur Mas.

"Yo estoy a favor de que España siga siendo también de los catalanes y de que todos sigamos compartiendo y fortaleciendo nuestro proyecto común", ha dicho. Léase: en España y en Europa.