Rajoy rechaza una reforma de la constitución “al socaire” de partidos “concretos” y sus “presiones”


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rechazó este martes abrir la puerta a negociar una reforma de la Constitución “al socaire” de algunas fuerzas políticas “concretas” porque, argumentó, para abrir la negociación de la reforma de la Carta Magna se requiere “sosiego, tranquilidad y no estar presionados por nadie”.
Rajoy se expresó en estos términos en la sesión de control al Gobierno en el Senado en respuesta al portavoz de la Entesa, José Montilla, que le preguntó por la posibilidad de que Gobierno emprenda, “en lo que queda de legislatura”, alguna iniciativa que pueda comportar una eventual reforma de la Constitución.
“Hay que tener muy clara una cosa, que al socaire de un problema político que plantean algunas fuerzas políticas concretas no es bueno reformar la Constitución, que requiere sosiego, tranquilidad y no estar presionados por nadie”, afirmó.
El jefe del Ejecutivo aseguró que “en este momento”, “lo mejor es dejar las cosas como están y concentrarnos en lo fundamental” porque, defendió, “las cosas son radicalmente diferentes a 1977” cuando “todo el mundo” compartía la necesidad de tener una Carta Magna que fijara "las reglas de juego".
Rajoy contestó así al planteamiento de Montilla cuando éste le advirtió de que “si persiste en el empecinamiento de no reformar la actual Constitución dará alas a los que proponen un nuevo periodo constituyente”, en referencia a Podemos.
"NO ES OPORTUNO"
“No me opongo, soy partidario de reformas concretas, en este momento no lo veo oportuno porque los que lo quieren no tienen claro qué es lo que quieren”, contestó a Montilla para asegurar que no saben “diferenciar” entre federalismo simétrico, asimétrico y "su contenido".
Montilla, por su parte, incidió ante Rajoy en que “las constituciones son leyes que se han de adaptar y modificar para seguir siendo útiles a la sociedad”. “La nuestra corre el riesgo de petrificarse”, apuntó, para decir que las dos modificaciones realizadas tuvieron “carácter externo”, frente a las 51 ocasiones en las que Alemania ha cambiado su Constitución.
“De las 10 constituciones españolas de los siglos XIX y XX ninguna fue modificada” y añadió que “todas acabaron arrumbadas y asentadas sobre las ruinas de las anteriores”.
El senador la Entesa apuntó a que habría que reformar, por ejemplo, que la Unión Europea aparezca en la Carta Magna, que no se mantenga la discriminación de sexo en la sucesión a la Corona o que se debería tratar las funciones del Senado. “Son temas poco relevantes que no justifican el cambio”, contestó Rajoy.

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