Para los partidos de competición europea

Guerra sin cuartel entre Lozano y las CCAA para que el público vuelva al fútbol

Las comunidades tienen competencia para autorizar espectadores en competiciones no nacionales. El departamento de Irene Lozano está en contra y reclama que toda medida se base en lo que dicta la OMS.

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El regreso del público a los estadios de fútbol abre la batalla entre CSD y CCAA
EUROPA PRESS

El comienzo de la Europa League de fútbol puede provocar que por primera desde que comenzó la pandemia haya público en los grandes estadios. Una situación que ya está enfrentando a varias comunidades autónomas con el Consejo Superior de Deportes (CSD) y con el Gobierno central por extensión. Varias autonomías están dispuestas a permitir que los espectadores vuelvan a ver a su equipo en directo, siguiendo la estela de los torneos no profesionales, como la Segunda B. Algo que están autorizadas a hacer, ya que las competencias para autorizar esta medida están transferidas y el CSD solo tiene el control de las competiciones celebradas a nivel nacional. Pero el departamento de Irene Lozano se opone a que esto se lleve a cabo. Su argumento es que los datos de contagios de coronavirus evidencian que el país no está para lanzarse a la normalización de los eventos masivos. Un tira y afloja que puede provocar escenas llamativas en los próximos días. 

La polémica entre administraciones ha comenzado a raíz de la decisión de la UEFA, la entidad que organiza las competiciones europeas de fútbol, de permitir que en los estadios haya hasta un 30% del aforo. Por lo tanto, en Madrid, Barcelona, Sevilla, Villarreal (Castellón), Granada y San Sebastián podrían volver los aficionados, al participar los clubes de estas ciudades en torneos como la Champions League o la Europa League. Pero para que se dé esa circunstancia, lo tienen que permitir las autoridades competentes. Y varias comunidades están dispuestas a ello, ya que pueden sortear las limitaciones que impone el Gobierno central en las ligas profesionales de carácter nacional. Un experimento que comenzará este mismo fin de semana, cuando se permita que haya hasta 800 espectadores en choques de Segunda B o Tercera División en Andalucía.

En frente está el CSD que dirige Irene Lozano. La cartera de la también Secretaria de Estado para el Deporte pidió en una reunión a las autonomías que no abran la mano en esta cuestión, para que en los campeonatos continentales y autonómicos ocurra lo mismo que en los estatales. Para convencerlas, puso sobre la mesa los protocolos de la OMS, en los que recomienda a las autoridades sanitarias tomar medidas en dos momentos clave: un plan de contención cuando haya una incidencia acumulada de 50 casos por cada 100.000 habitantes, y otro mucho más ambicioso cuando se alcanzan los 250 contagios por el mismo número de habitantes. En la actualidad, ninguna región española está por debajo de los 50 casos, por lo que a juicio de Lozano y su equipo debía imponerse la prudencia, según señalan fuentes del CSD.

Pero no hubo consenso en ese encuentro. Según fuentes gubernamentales consultadas por La Información, la mayoría de las CCAA se mostraron conformes con el planteamiento del Consejo. Pero hubo cuatro que lo rechazaron. Se trata de Andalucía, Comunidad Valenciana, País Vasco y Galicia, que consideraban que sus números les permitían dar este paso. La que está en una mejor situación es Valencia, con algo más de 100 casos de Covid-19 por 100.000 habitantes. Aunque el Consell de Ximo Puig no confirma si rechazaron el consejo del CSD, como aseguran otras fuentes a esta redacción. El resto tienen peores datos, con los algo más de 140 positivos de Galicia y los 206 en Andalucía. Solo País Vasco está por encima de esos 250 que la OMS marca como límite.

Este choque ha mostrado la paradójica situación que se puede vivir en el mayor evento de masas del país. Y que se inició por las competencias que a través del decreto de la nueva normalidad publicado en el BOE se le otorgaron al CSD para controlar los torneos nacionales de carácter profesional. Esto es lo que explica que no vaya a haber público en Primera y Segunda División, ya que los eventos europeos quedan fuera de su control por pertenecer a otra esfera y el fútbol desde Segunda B también por tratarse de competiciones no profesionales. 

Fuentes jurídicas consultadas apuntan a que el CSD tiene esa potestad porque un acuerdo con LaLiga se lo permite. La institución de Javier Tebas asegura a preguntas de este medio que no tiene nada que decir al respecto, ya que "el Gobierno no permite público". Además, otros juristas consultados señalan que las autonomías están en su derecho a tomar la decisión, al considerar que "la anomalía es que el Consejo Superior de Deportes tenga vía real decreto ese poder". Por tanto, solo pueden limitarse a hacer recomendaciones como las de esa reunión con las CCAA. Y ven poco recorrido a un posible recurso en los tribunales para evitar. Circunstancia que en estos momentos el Consejo no contempla, según fuentes del departamento de Irene Lozano.

La 2ª B comenzará todo

El comienzo de la Segunda B este fin de semana es el que mostrará este nuevo paso de la 'nueva normalidad'. Las comunidades gallega y andaluza son las que más avanzados tienen su planes para facilitar que los asientos vuelvan a ocuparse en el fútbol.  La Xunta de Alberto Núñez-Feijóo ya ha confirmado que este fin de semana podrán entrar hasta 1.000 espectadores en Riazor para ver el Deportivo de la Coruña - Salamanca. Mientras, la Junta de Andalucía autorizará que hasta 800 espectadores pasen a estadios al aire libre en los que jueguen equipos de Segunda B, Tercera División y demás categorías inferiores. En País Vasco ya hubo asistentes en algún partido amistoso, y Valencia tan solo recuerda que todo evento con más de 400 personas requiere del permiso de su Salud Pública. 

En el caso del fútbol europeo, solo región andaluza tiene claro su plan. Fuentes del Ejecutivo de Juanma Moreno Bonilla aseguran que "son prudentes" pero que apuestan por "una vuelta paulatina y progresiva" para los partidos que se disputen en Sevilla y Granada. País Vasco no ha compartido aún su proyecto, pero la Real Sociedad ya se ha mostrado abierta a que le permitan un aforo de 1.000 personas para el partido que disputará con el Nápoles el 29 de octubre en San Sebastián. La gran incógnita continúa siendo la Generalitat Valenciana, a la cual ya se ha dirigido el Villarreal para exponerle si les permitirá la entrada de sus socios el jueves 22 de octubre para su choque ante el Sivasspor turco. Otra de las que acogerá fútbol europeo es Cataluña, por la participación del FC Barcelona en la Champions. El club catalán ha pedido que haya público en las próximas semanas. Pero la Generalitat lo ha descartado a corto plazo. Madrid, por ahora, ni se lo plantea.

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