El comienzo de campaña de Ciudadanos en Castilla y León no empezó con buen pie. El candidato Francisco Igea, de 'baja' por coronavirus, se vio obligado a participar de forma telemática en el primer debate televisado. Sin embargo, incluso desde la distancia, Igea hizo un buen papel y dejó muy buena sensación en el partido naranja, acorralando al 'popular' Alfonso Fernández Mañueco, al que desde la formación que lidera Inés Arrimadas responsabilizan de traición y de haberse lanzado al abismo adelantando los comicios. Sin embargo, nada ha evitado que Ciudadanos también se desangre en Castilla y León, pese a que estará presente en las Cortes con un procurador, 11 menos que en los anteriores comicios, gracias a lo cual pudo estar presente en el Gobierno de coalición, con cuatro consejerías.
El escaño autonómico obtenido por la formación de Arrimadas, el de Igea, que se presentaba por Valladolid, la única provincia en la que ha aumentado la participación, no será decisivo de cara a la formación de Gobierno y solo ha servido para que los 'naranjas' salven los muebles por la mínima. Como es lógico, Ciudadanos, después de su expulsión del Gobierno de Mañueco y del descalabro electoral, tampoco tendrá grupo propio.
Ciudadanos había puesto varias líneas rojas. Ni Vox ni Podemos en el tablero, ni Mañueco como candidato a presidente y acuerdos sobre su programa
Al menos tres condiciones estaban claras y ya advertían que las negociaciones no iban a ser fáciles, pero ahora será imposible hacer valer sus pretensiones una vez que los castellanoleoneses se han decantado por el llamado voto útil y por los partidos de las España vaciada. Igea había puesto el programa de Ciudadanos por delante ante los futuros pactos, e incluía una Ley de Transparencia para evitar el clientelismo, medidas para incentivar la repoblación y la regeneración democrática e iniciativas que el desarrollo de una economía más productiva.
Otro de los asuntos preferentes para la formación naranja era la gestión sanitaria, que ha protagonizado los principales enfrentamientos en el Gobierno de coalición y que fue el detonante de la traumática ruptura del Ejecutivo. Además, desde Ciudadanos también habían puesto líneas rojas con el objetivo de sacar a los extremos -Unidas Podemos y Vox- del tablero y que en ningún momento Mañueco volviese a ser candidato a presidente. Con estos planteamientos, la ecuación era tremendamente difícil, pero la alternativa para los 'naranjas' era un 'pacto a lo Merkel' a través de un gran acuerdo que involucre a PP -sin Mañueco-, PSOE y Ciudadanos y alguna formación de la España vaciada.
Ciudadanos ha conseguido 11 escaños menos que en los anteriores comicios, que se celebraron en 2019 y las encuestas, excepto la Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que le daba entre dos y cinco, han acertado en este caso. Los resultados han quedado muy lejos de las previsiones de obtener al menos tres y más de un 5% de representación para lograr grupo en las Cortes y desde luego obligan a reflexionar sobre la perdida de votos y más tras el fracaso en las elecciones de la Comunidad de Madrid, en las que los 'naranjas' no lograron representación, o antes en Cataluña, donde pasaron de primera fuerza política a séptima.
La del CIS fue la única encuesta que no acertó con Ciudadanos. La próxima cita electoral es Andalucía, un región en la que Cs y PP gobiernan juntos desde 2018
Ahora, la próxima cita electoral es Andalucía, donde Ciudadanos y Partido Popular gobiernan juntos desde 2018, que se celebrarán a finales de año. Estas serán un nuevo reto para los 'naranjas', en una comunidad en la que tienen respaldo y en la que han estado en sintonía con los 'populares', como sucede en el Ayuntamiento de Madrid, a diferencia de Murcia, Comunidad de Madrid y Castilla y León. Las nueve circunscripciones también ha sido un enemigo para Ciudadanos y Unidas Podemos frente a los partidos de la España vaciada. Con apenas 17.000 votos, tres veces menos que los logrados por la formación naranja, Soria ¡Ya! ha logrado tres procuradores, los mismos que Unión del Pueblo Leonés (UPL), que ha conseguido 3.000 votos menos que el partido de Arrimadas.
En todas las elecciones generales desde diciembre de 2015, el porcentaje de voto de Ciudadanos en Castilla y León ha sido superior al de la media nacional. Este domingo ha obtenido el 4,5% de los respaldos, frente al 6,8% que se anotaron en esa comunidad en las legislativas de noviembre de 2019, cuando cosecharon su peor resultado en unas generales. En comparación con las autonómicas de mayo de 2019, cuando formaron Gobierno con el PP de Mañueco, han perdido 11 escaños, más de 150.000 votos y 10,5 puntos porcentuales de apoyo.
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