La estrategia que perfilan los distintos partidos en el camino hacia las generales dibuja un mapa de críticas cruzadas hacia los diferentes adversarios. Muchas, compartidas. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha acabado por asumir las mismas tesis que el presidente de los 'populares', quien tras resituar a los socialistas como su gran adversario político centra sus críticas contra Sánchez en la 'deriva radical' del partido.
El líder de Ciudadanos acostumbra a enmarcar los apoyos de su formación tras el 24-M en una intención regeneradora, en especial, por las exigencias de esos acuerdos en materia de corrupción. Sin embargo, el partido 'naranja' acordó el respaldo a Susana Díaz, en Andalucía, sobre todo, para evitar el radicalismo de un "PSOE que se iba a ir hacia Podemos".
"Había tres opciones. Que Podemos tuviera la batuta del gobierno en sus manos y se radicalizase aún más, ir a las elecciones cada tres meses o que Ciudadanos moderase y controlase al PSOE", ha dicho Rivera este martes, en un encuentro organizado por el 'Club siglo XXI'. "Creo que hemos hecho lo mejor para España, que es moderar y vigilar a un gobierno que no es nuestro pero que ganó las elecciones", ha destacado Rivera. El dirigente ha reconocido que ni ellos ni tampoco el PP hubiesen podido evitar un gobierno socialista. "Incluso con todo lo de los ERE, siguió sacando los mismos votos", ha considerado.
El líder de la formación 'naranja' ha insistido en dejar a un lado la 'política del miedo' que, en su consideración, practican los distintos líderes, para pasar a la etapa de las propuestas. "No quiero jugar en la campaña electoral a decir cuidado que viene Podemos. Creo que hay que explicarles a los españoles cuál es tu proyecto", ha advertido Rivera, para quien el de Podemos resulta, ha dicho, "insensato" e "irrealizable".
"Había una frase de Pablo Iglesias que siempre la repito porque me parece preocupante, quiero que el miedo cambie de bando. Yo no quiero miedo ni bandos", ha apostillado.
El dirigente ha insistido en que, en su consideración, debe gobernar la lista más votada "pero hay que tener mayoría", ha matizado. En este sentido, ha llamado con insistencia a recuperar el "espíritu de la Transición". El que hizo posible, dijo, el diálogo entre actores de distinto signo político.El legado de Suárez y el "centro"
Manteniendo las distancias, así marcadas por el propio Rivera, e insistiendo en su permanente rechazo a las 'etiquetas' políticas, el dirigente de la formación 'naranja' sí ha admitido sentirse "elogiado" cuando comparan a su partido con el "centro" de los inicios democráticos.
"Siempre puse el ejemplo de la Transición, pero las elecciones las ganó el centro y es muy difícil sentarse en una mesa a dialogar si uno piensa que el otro es el enemigo, es un compatriota", ha advertido Rivera.
"Hay que sentarse en la mesa a hablar", ha insistido. En este punto, no ha ocultado sus críticas a lo que ha definido como la "nueva moda epistolar de los líderes políticos", a propósito de las cartas cruzadas de Felipe González y Artur Mas, en el diario El País. "Está muy bien hacer cartas en los periódicos, pero me gusta más sentarme en una mesa a dialogar", ha bromeado.
Su intención, ha defendido, es "gobernar España de otra manera". Y en ese estilo enmarca propuestas como la eliminación de aforamientos, la reforma profunda el CGPJ, la revisión del Senado para convertirlo en un órgano de auténtica representación territorial, o, la prioritaria, un gran "pacto nacional en materia de Educación". "La igualdad y las libertades se explican en las aulas, porque si no, después, la insolidaridad da votos", ha avisado.
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