Rosa Díez, una rebelde que sigue arañando escaños a los grandes partidos

Esther Aguirre

Madrid, 12 nov.- La líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, es de esas políticas rebeldes e inconformistas, con gran capacidad de trabajo, que se ha convertido en una amenaza creciente para los principales partidos, a los que sigue arañando escaños en cada convocatoria electoral.

No en vano, y a pesar de los escasos medios con los que cuenta la formación que lidera, la ex dirigente socialista confía en lograr otros cuatro escaños más en el Congreso para formar grupo propio, además de entrar por la puerta grande en el Senado.

Rosa Díez, de 59 años y natural de Sodupe (Vizcaya), encabeza la lista de políticos más valorados de España, según el CIS, y es una mujer de fuerte personalidad que no se achanta por nada y ante nadie, y que defiende sin complejos sus ideas en cualquier foro.

Tras treinta años de militancia activa en el socialismo vasco, Díez decidió, después de una última etapa de distanciamiento y disputas con sus compañeros, ponerse el mundo por montera e iniciar su particular aventura política cofundando UPyD, junto al filósofo Fernando Savater.

Una decisión de la que, a buen seguro, está más que satisfecha, a la vista de la trayectoria ascendente que ha experimentado esta joven formación que, desde 2007, ha logrado representación en el Congreso, la Cámara vasca, la Asamblea de Madrid y en el Parlamento Europeo.

Funcionaria de la Administración del Estado en excedencia, Rosa Díez se afilió en 1977 a UGT y al Partido Socialista de Euskadi, partido en el que militó durante tres décadas y con el que ocupó cargos públicos en distintas instituciones.

Fue diputada foral de Vizcaya (1979-1983), vicepresidenta de las Juntas Generales de Vizcaya (1983-1987), parlamentaria de la Cámara Vasca (1986-1999), consejera del Gobierno Vasco (1991-1998) y eurodiputada (1999-2007), año este último en que decidió abandonar el partido y fundar el suyo propio.

Díez perdió las primarias para elegir al candidato socialista a lehendakari en 1998 frente a Nicolás Redondo Terreros y también resultó derrotada en sus aspiraciones de acceder a la secretaría general del PSOE en el 35 congreso de julio de 2000, en el que fue elegido José Luis Rodríguez Zapatero.

La política vasca, que ha sido objetivo de los terroristas, es militante del Patronato de Solidaridad Internacional, participa en la organización "Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad" y en los colectivos "Gesto por la Paz" y "Basta Ya".