Pedro Sánchez ha entregado a Iván Redondo el mando de la "política económica" del Gobierno. Es una nueva responsabilidad que suma el jefe de gabinete del presidente y que complementa al control político y de la comunicación que ya ostentaba desde la composición del Ejecutivo de coalición. De esta forma, con la configuración final del gabinete presidencial publicada en el BOE, Moncloa emerge durante esta legislatura como un núcleo de poder económico alternativo al que dirige Nadia Calviño en la Vicepresidencia tercera.
La decisión de Sánchez de impulsar el Departamento de Asuntos Económicos de Presidencia dirigido por Manuel de la Rocha tiene una razón: convertir La Moncloa en un departamento económico independiente con interlocución directa con empresas e inversores. Fuentes gubernamentales explican que, aunque el equipo económico con despacho en la sede presidencial no recupere el rango que tuvo en anteriores etapas (seguirá siendo una dirección general), sí que recibe un refuerzo con el objetivo de servir de 'agencia de inteligencia económica'.
Sánchez también ha decidido entregar al Departamento de Asuntos Económicos una nueva función: la relación con el G20. Hasta ahora este área estaba encuadrada en el equipo de la Secretaría General de Asuntos Internacionales, Unión Europea, G20 y Seguridad Global que ha dirigido José Manuel Albares, nuevo embajador en París. De esta forma, el equipo de De la Rocha llevará el tú a tú con los países más poderosos del mundo, con especial atención a Estados Unidos. Hay que recordar que España es un invitado permanente de esta cumbre donde debería decidirse, entre otros asuntos, una 'tasa Google' global. La próxima cumbre será en Riad en el mes de noviembre.
Con esta decisión, además, Sánchez eleva las funciones del equipo de De la Rocha y le convierte en enviado especial del presidente a las reuniones que a ese nivel secundario tengan lugar en el G20. Hay que recordar que el economista es una de las personas del núcleo duro de Sánchez que le acompaña en los encuentros tanto con sus homólogos internacionales como con grandes inversores. Será su reforzado 'sherpa' económico.
Sánchez, Redondo y De la Rocha se encuentran en este momento inmersos en la búsqueda de un equipo de expertos en economía que engrosen las filas de este rebautizado Departamento de Asuntos Económicos y G20. Hay que recordar que el número dos del equipo, Daniel Fuentes, salió hace unos días. Se mantienen, eso sí, sus dos órganos: la Unidad de Políticas Macroeconómicas y Financieras; y la Unidad de Políticas Socio-Laborales. Ambas seguirán teniendo un nivel orgánico de subdirección general, como ya lo tuvieron durante la pasada legislatura.
Sánchez también refuerza el área económica de la Secretaría de Estado de Comunicación. Hasta este momento no había una estructura como tal, pero a partir de ahora se crea un Departamento de Información Económica con un director general al frente que pasará a depender directamente del responsable de Comunicación del Gobierno y, por tanto, del jefe de gabinete del presidente, Iván Redondo. Al mismo nivel habrá un Departamento de Información Nacional, otro Internacional, otro Autonómico y un equipo Digital.
Además, de este Departamento de Información Económica dependerá la Unidad de Información Económica, con rango de subdirección general. Se trata de una unidad de nueva creación. De forma paralela, el secretario de Estado de Comunicación ha recibido el encargo del realizar el "análisis informativo de coyuntura política, económica y social".
El Departamento de Asuntos Económicos de Moncloa se configura, en definitiva, de trascendental importancia para dos aspectos que Sánchez quiere cuidar: la relación con empresarios y su asistencia a foros internacionales. Es, por ejemplo, este equipo el que ha preparado la agenda del presidente del Gobierno en el Foro de Davos de los próximos días. También quien cita en Moncloa a presidentes o consejeros delegados de grandes empresas o mantiene contacto con ellos para transmitir que la política económica será moderada.
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