Roces entre ministros: Calviño se opone a la derogación de la reforma laboral del PP

Nadia Calviño ha empezado a abrigarse ante la política económica que marca su jefe Pedro Sánchez
Nadia Calviño ha empezado a abrigarse ante la política económica que marca su jefe Pedro Sánchez

El documento programático con el que el PSOE quiere conseguir la investidura de Pedro Sánchez ha tenido que superar algunas reticencias en el seno del Consejo de Ministros. En concreto fue la ministra de Economía en funciones y precandidata fallida al FMI, Nadia Calviño, quien manifestó su oposición a incluir en el proyecto de Gobierno menciones a la 'derogación' parcial de la reforma laboral como las que finalmente han aparecido en el proyecto de Gobierno. Así lo confirman diferentes fuentes socialistas, que aseguran que en el departamento de la única ministra que no fue incluida en las listas electoral el pasado 28-A no se sienten del todo cómodos con algunos puntos del texto final.

Nunca el PSOE había llegado tan lejos en un texto programático con la reforma laboral de 2012. Ni en los Presupuestos pactados con Unidas Podemos ni en el documento 'España Avanza' ni siquiera en la Agenda del Cambio había referencias tan ambiciosas como las que sí se han incluido en la 'Propuesta abierta para un programa común progresista' que Sánchez presentó ayer a bombo y platillo. La ministra Calviño, mientras, miraba atentamente desde la primera fila.

Los socialistas concretan en media docena de medidas su plan para torpedear la reforma laboral del PP. "En el marco del diálogo con los agentes sociales -se puede leer- analizaremos, con carácter de urgencia, la conveniencia de aprobar las modificaciones de los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012, que incluya los siguientes aspectos: ampliar el ámbito temporal del convenio colectivo, más allá de las previsiones contenidas en el mismo, tras la finalización de su vigencia y hasta la negociación de uno nuevo (artículo 86 del Estatuto de los Trabajadores); revisar las causas y el procedimiento para la modificación sustancial de las condiciones de trabajo (artículo 41); reducir la dualidad entre trabajadores indefinidos y temporales, la inestabilidad y la rotación laboral (artículo 15); reforzar la obligación de constancia expresa del horario de trabajo en el contrato a tiempo parcial". Además, el PSOE se propone modificar el despido colectivo, la subcontratación, los falsos autónomos... y recuperar la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa. Este último punto es uno de los más polémicos.

Calviño, efectivamente, ha mostrado sus discrepancias con derogar, aunque sea de una forma 'light' (no total), la reforma laboral del PP. Las fuentes socialistas admiten que la encargada de poner sobre la mesa las medidas laborales, Magdalena Valerio, ha tenido que sortear las reservas provenientes de Economía para configurar la primera parte del programa de Sánchez. Hay que recordar que la ministra de Trabajo en funciones ha sido la encargada de defender ante sindicatos y empresarios los cambios que quiere abordar el PSOE en la ley que aprobó su predecesora, Fátima Báñez, nada más llegar al poder.

Las mismas fuentes hablan de "dos sectores" en el Gobierno y de "fuertes reticencias" por parte del equipo de Calviño para aceptar la medida. Lo cierto es que el programa socialista contempla disparar el gasto, aunque no precisa cifras, para intentar atraer a Unidas Podemos y la ministra gallega siempre ha sido defensora de la contención del gasto. A la vista de los hechos la vencedora de esta contienda ha sido Valerio, concluyen las mismas fuentes.

Moncloa, por su parte, asegura que el documento final es fruto de un trabajo conjunto de todos los ministerios. En cada departamento se han analizado las propuestas de Unidas Podemos y las medidas que la sociedad civil ha ido compartiendo con los socialistas en las 25 reuniones del último mes. Luego el equipo de colaboradores más cercano a Sánchez ha decidido qué incorporar al programa final. Destacan, en definitiva, que el texto es fruto de un trabajo conjunto de todo el Gobierno y el partido.

La pugna por la 'mochila austriaca'

No es la primera vez que Calviño libra una batalla interna con Valerio a costa de una medida lanzada por el Gobierno. La última pugna se produjo por la 'mochila austriaca', el fondo de capitalización individual de los trabajadores que el Ejecutivo de Sánchez ha pensado en implementar en nuestro país. Economía ha pedido un informe a la OCDE (un documento amplio que, dicen en el Gobierno, aún no se ha recibido), pero Trabajo no quiere oír ni hablar de esta medida que también plantea Ciudadanos. De hecho, la ministra Valerio intentó por todos sus medios que no se incluyera en el programa de reformas socialista, tal y como se contó en estas páginas. En el documento presentado ayer no hay ni rastro de esta medida.

optimismo en Ferraz

La columna vertebral de la reforma laboral

En el Gobierno y en el PSOE creen que la propuesta presentada ayer martes para acabar con la reforma laboral supone una derogación de la columna vertebral de la ley que Podemos quiere fulminar totalmente. Consideran que no habrá problemas en llegar a un acuerdo en el marco del diálogo social, tanto con sindicatos como con la CEOE, que siguió muy de cerca la presentación del programa sanchista. 

Donde sí parece que hay unanimidad en el Gobierno es en implantar la tasa Google (la propia Calviño aseguró el lunes que se iba a hacer con o sin acuerdo a nivel OCDE), en la tasa Tobin y en el elevar el Impuesto de Sociedades con un recargo específico a bancos y eléctricas

En lo que respecta a la tercera ministra económica del Gobierno de Sánchez, María Jesús Montero, el líder de los socialistas quiere confiar en su ministra de Hacienda, en caso de que haya investidura, una "Oficina de Cumplimiento del Acuerdo". Es decir, que sea la sevillana quien se encargue de liderar un organismo que pueda velar para que todas las medidas pactadas con Unidas Podemos puedan llevarse a cabo durante la legislatura. 

Mostrar comentarios