Txelui moreno asegura que la ruptura con eta es “irreversible”

El portavoz de la izquierda abertzale Txelui Moreno aseguró hoy en el juicio que la Audiencia Nacional está celebrando contra él y otros siete procesados, entre ellos Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga, que la ruptura de la izquierda abertzale con ETA no sólo es real, sino que es “irreversible”.
En su declaración como acusado ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Moreno aseguró que nunca se ha reunido con ETA y nunca ha recibido órdenes de la banda terrorista.
Al igual que hicieran Otegi, Díez Usabiaga y el resto de procesados, el portavoz de la izquierda abertzale en Navarra explicó que el debate que ha llevado a una “nueva estrategia” en la que se apuesta “exclusivamente por las vías democráticas y pacíficas” surgió tras el atentado perpetrado por ETA el 30 de diciembre de 2006 contra la T4 del aeropuerto madrileño de Barajas, donde murieron dos ciudadanos ecuatorianos.
Moreno se incorporó al proyecto cuando visitó a Otegi en su localidad, Elgoibar (Guipúzcoa), tras su excarcelación en el año 2007. “Me dijo que había que hacer un cambio de estrategia para apostar por un proceso democrático por vías políticas y pacíficas”, dijo de su conversación con Otegi.
Uno de los objetivos de esta nueva estrategia era que la izquierda abertzale ganase “espacio” y cambiar “la correlación de fuerzas con el PNV”. “Sabíamos que tendríamos que caminar un tiempo solos para que la gente nos creyese”, dijo el acusado.
Moreno, Otegi, Usabiaga y el resto de procesados se enfrentan a una petición de diez años de cárcel por parte de la Fiscalía, que les acusa de un delito de integración en organización terrorista. La acusación ejercida por la asociación Voces contra el Terrorismo solicita por su parte 14 años de cárcel para los acusados.
Tras escuchar la declaración de Moreno, la presidenta del tribunal, la magistrada Ángela Murillo, dio por finalizada la primera sesión del juicio. La vista oral continuará mañana con las declaraciones de los acusados José Manuel Serra y Miren Zabaleta y la de los primeros testigos, todos ellos miembros de la Policía Nacional.