Voluntarios velan por la salud

Votantes con mascarillas, distancia de seguridad y alta participación en Galicia

Durante la mañana, han acudido a las urnas más gallegos que en 2016 a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia de coronavirus. 

Elecciones Galicia
Votantes con mascarillas, distancia de seguridad y alta participación en Galicia.
EFE

Galicia vive este domingo unas votaciones atípicas marcadas por la crisis sanitaria del coronavirus. Con mascarilla y sin contacto los gallegos acuden a sus colegios electorales, en varios de los cuales ya por la mañana se han formado largas colas, vigiladas por voluntarios que velan por la salud. Antes de las diez, una larga cola de votantes ya esperaba para votar a las puertas del Centro de Formación Profesional Ánxel Fole de A Coruña, en pleno paseo marítimo, frente a la Torre de Hércules. En cuanto a la participación, con datos actualizados a las 12:00 horas, era del 19,32%, cuatro puntos por encima del dato registrado en los comicios autonómicos de 2016, cuando a esa hora se había contabilizado un 15,01%.

En una jornada soleada y calurosa, muchos manifestaban haber madrugado para pasar el día en la playa después de votar en unas elecciones que también son diferentes por celebrarse en pleno verano. De uno en uno y con una escrupulosa higiene de manos, es como entraban los coruñeses a este recinto cuyas puertas estaban vigiladas por dos representantes de la administración que, aparte de hacer su habitual trabajo de recuento de datos, se han prestado voluntarios para controlar las condiciones sanitarias.

En la puerta de entrada, Patricia Fernández ha dicho que ya podía "pasar” a la primera persona que pisaba el interior del local. En declaraciones a Efe, esta funcionaria ha detallado acto seguido que su labor consiste en “controlar que pasen ordenadamente y con distancia”, así como en proporcionar el material necesario. A los que no llevan mascarilla o visten una casera de tela, les proporciona una quirúrgica.

Todos los electores deben desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico al entrar y al salir, pero también disponen de una buena cantidad de guantes para entregárselos solamente a aquellos que sean alérgicos a algún componente del gel. En esta sala hay cuatro mesas, todas perfectamente visibles por los vigilantes. Cuando un elector se acerca a su urna correspondiente deposita su DNI en una bandeja puesta encima de la mesa, que el presidente mira sin contacto. Dice su nombre y los vocales ejercen su función con normalidad.

Una vez verificada su identidad, el ciudadano deposita su papeleta con cuidado en la urna y se dirige a la puerta de salida, perfectamente señalizada por las flechas pegadas en el suelo y los carteles de las paredes. Muchos son los que optan por llevar el voto preparado de casa con el fin de agilizar el proceso, pero para los que lo seleccionan en el propio colegio las cabinas también han cambiado.

Nada de cortinas en este 12-J, pues se consideran un posible foco de contagio. Esta vez, para seguir asegurando la intimidad, hay dos paneles de espaldas a la gente, con los votos de cara a la pared. Entre los participantes prima la sensación de seguridad, pues guardan su distancia y obedecen agilizando el flujo de electores con tranquilidad. La estampa se repite en muchos colegios. En el Palacio Municipal de María Pita, cerca de las 11:00 horas la cola exterior superaba con creces el medio centenar de personas.

En este edificio, son efectivos de la Policía Local los que entregan con cuidado las mascarillas agarradas por las gomas y vigilan las entradas y salidas para evitar aglomeraciones. Así es como los gallegos hacen frente al coronavirus y al calor en un 12-J histórico y atípico.

Participación más alta que en 2016

En una breve comparecencia de prensa el director general de Emergencias e Interior, Santiago Villanueva, ha apuntado que, por provincias, Ourense es la que va por delante en participación, con un 21,49% (3,2 puntos más que en 2016). Le siguen la provincia de Pontevedra, que ha registrado una participación del 19,80 % (5,6 puntos más respecto a 2016); A Coruña con un 18,71% (cuatro puntos más que en 2016); y Lugo, con un 18,14% (2,9 puntos más). En cifras globales, la participación a las 12 h es de un 19,32%, cuatro puntos por encima que en 2016. 

En esta última circunscripción, la comarca de A Mariña, afectada por un rebrote de la pandemia, ha tenido un porcentaje de participación superior al 16%, concretamente un 16,83% en A Mariña Central (Alfoz, Burela -epicentro de los contagios-, Foz, Lourenzá, Mondoñedo y Valadouro); un 19,52% en A Mariña Occidental (Viveiro, O Vicedo, Cervo, Xove y Ourol) y un 19,45% en A Mariña Oriental (Barreiros, A Pontenova, Ribadeo y Trabada).

En el municipio de Burela, uno de los más afectados por la covid-19, la participación ha sido del 15,75%, 2,6 puntos por encima de la participación del 13,1% registrada en 2016. En total, el censo electoral en estas elecciones al Parlamento gallego es de 2.697.315 personas, y, de ellos, 2,23 millones de electores están censados en Galicia y 463.163 inscritos en Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA).

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