Zapatero agotará la legislatura con una "nueva agenda social"

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró este sábado que agotará la legislatura con una "nueva agenda social" destinada a evitar que la crisis económica consolide mayores desigualdades y con el Ejecutivo y el partido volcados en que la sociedad "haga suyas" las reformas ya aprobadas y las pendientes.
Rodríguez Zapatero intervino ante el Comité Federal del PSOE, su máximo órgano de dirección entre congresos, apenas unos días después de la última remodelación del Gobierno, que explicó sobre la premisa de que queda por delante un año y medio "decisivo" para recuperar el crecimiento y el empleo, y para preservar las bases del estado del bienestar.
Ante los compañeros del partido defendió lo ya expresado por el Gobierno en el sentido de que el gran objetivo es la recuperación de la economía y del empleo, sustentada en tres ejes de actuación: "austeridad, reformas y cohesión social", y para llevarlo adelante era necesario despejar incertidumbres y dar un nuevo impulso al Ejecutivo.
Lo primero se consiguió con el acuerdo presupuestario con PNV y Coalición Canaria, partidos a los que agradeció expresamente su "esfuerzo" y su "sentido de la responsabilidad" mientras el líder del PP, Mariano Rajoy, se mantenía "de perfil" reclamando únicamente "elecciones".
Pues bien, aseguró, "las elecciones van a ser cuando toca. Vamos a cumplir el mandato democrático de los cuatro años, porque es nuestra responsabilidad para el país y para sacar adelante las reformas económicas", aseguró.
Eso enlaza con el impulso dado al Gobierno con la última remodelación, que busca "hacer que la mayoría de la sociedad comparta con nosotros la necesidad de las reformas, porque si las interioriza, si las hace suyas, serán más sólidas, tendrán efecto cuanto antes y ganaremos la recuperación económica en un plazo más breve".
Que esas reformas se entiendan "en la dirección correcta" implica someterlas continuamente "a la deliberación pública", advirtió, y esa es la tarea que reclamó expresamente al nuevo Ejecutivo.
En esa última fase de legislatura, explicó, se pondrá en marcha una "nueva agenda social" para "adecuar" la protección social a los cambios provocados por las reformas consecuencia de la crisis económica y, en última instancia, evitar que esa crisis consolide más desigualdades sociales, lo que obligará a la "renovación de algunos pilares de nuestro estado del bienestar".
Rodríguez Zapatero dedicó buena parte de su intervención a expresar sus "sentimientos" ante la remodelación del Gobierno, de la que reconoció que existía "cierta demanda" de impulso y de reducción del ministerios.
Reconoció que en el terreno personal lo más importante ha sido "el testimonio de compañerismo, de saber estar y de altura de miras" de quienes han salido del Gobierno después de muchos años, y que han demostrado su capacidad "de arrimar el hombro" en un proyecto colectivo al margen del puesto que se ocupe.
Con el aplauso de todos los miembros del Comité Federal, envió "un abrazo, y cariño fuerte" a María Teresa Fernández de la Vega, de la que dijo que nunca ha conocido a nadie con tanta capacidad de trabajo, y de la que elogió su entrega al servicio público y su tenacidad en la lucha por la igualdad.
En este sentido, y en contra de quienes defienden que todos los dirigentes y proyectos políticos son iguales, contrapuso su salida del Gobierno con la "cobardía" del PP ante las "intolerables, vergonzosas" declaraciones del alcalde de Valladolid sobre Leire Pajín.
De Miguel Ángel Moratinos, "Curro", subrayó su esfuerzo por evitar conflictos pero también su "humanidad". "Te queremos muchísimo y te necesitamos en Córdoba, en Andalucía, en el partido, en el Parlamento. A trabajar intensamente", le dijo.
A Elena Espinosa la aplaudió por "discreta, entrañable, eficaz, trabajadora, leal", y de Celestino Corbacho recordó sus propias palabras de que no tuvo "un día bueno" como ministro de Trabajo. "Le entiendo y lo siento", aseguró, al tiempo que le agradeció su "dignidad" y haber encauzado una reforma laboral que será "clave" en la recuperación, y le garantizó todo el respaldo, como al resto del PSC, en las próximas elecciones catalanas.
Subrayó también la actitud de Bibiana Aído y de Beatriz Corredor al pasar de ministras a secretarias de Estado, algo con el único precedente de la también socialista Rosa Conde, y a las que animó a seguir defendiendo esas políticas.
"A tenor de lo que hemos visto" en los últimos días, aseguró el presidente, tanto en declaraciones como al ver "las caras" de los dirigentes del PP, "parece muy claro que hemos acertado" en la remodelación y, por ejemplo, con Alfredo Pérez Rubalcaba se han puesto "muy nerviosos".
Rodríguez Zapatero reclamó para los nuevos integrantes del Gobierno el mismo respaldo del partido que ha tenido él y reiteró que año y medio es tiempo "suficiente para cumplir con nuestro deber, culminar las reformas, que la economía se recupere y el empleo vuelva a crecer".
Casi al final de su intervención reconoció que el domingo pasado, en el acto público en Ponferrada, "ya sabía lo que iba a pasar esta semana", aunque ese día mantuvo que sólo relevaría a Corbacho y el anunciar la remodelación argumentó que la había decidido "por la tarde".
Viendo cómo ha ido la semana, insistió en la idea expresada aquel día de que Mariano Rajoy "seguirá en la oposición cuatro años más a partir de 2012" porque "todo dependerá de nosotros, de que esta clima, esta conviccion sobre lo que estamos haciendo, la transmitamos a ciudadanos, de que acertemos en la aplicación de todas las reformas, construyamos con visión de futuro esa nueva agenda social".
Queda año y medio, les dijo, para demostrar "que el PSOE tiene lo que no tiene el PP", comenzando por "el coraje de afrontar retos difíciles" mientras el principal partido de la oposición "sólo sabe ponerse de perfil esperando a ver si tiene suerte", y que a diferencia de sus dirigentes, los socialistas tienen "compromiso con el estado social" y un proyecto de futuro "aunque ahora pase por medidas difíciles".