

Dinamarca ha acogido este fin de semana uno de los principales eventos de este año en el ámbito de las monarquías europeas. El heredero al trono, Federico de Dinamarca, celebraba su 50º aniversario, una ocasión única que bien merecía una fiesta por todo lo alto. Y hasta Copenhague se han desplazado los miembros más destacados de las principales casas reales del Viejo Continente, entre los que no estaban los Reyes de España.
Porque precisamente este sábado se celebraba en Logroño el Día de las Fuerzas Armadas, una jornada que los monarcas tenían que presidir y que también estaba marcada en rojo en su agenda, lo que hacía incompatible su presencia en Dinamarca. Los Reyes, don Felipe y doña Letizia, vieron desfilar a 2.600 militares y guardias civiles, con 137 vehículos y 54 aeronaves en la ciudad riojana, que se engalanó para la ocasión con cientos de banderas españolas en sus calles.
Pero en Dinamarca quienes desfilaron fueron los 'royals', que se vistieron con sus mejores galas para la ocasión. El sábado por la noche, la Familia Real danesa celebró la cena de gala para conmemorar al heredero al trono, quien acudió junto a su esposa, la Princesa Mery, y su madre, la Reina Margarita.


No se perdieron la celebración el príncipe heredero de Noruega, Haakon, y su esposa Mette-Marit, los Reyes de Bélgica, Felipe y Mathilde, la heredera del trono sueco, Victoria, junto a su esposo Daniel Westling, los Reyes de Holanda, Guillermo y Máxima, o la Familia Real griega, encabezada por Pablo de Grecia y su esposa Marie-Chantal Miller.






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